La embajada argentina en Kiev quedó en medio de una nueva ofensiva rusa contra Ucrania este miércoles, sufriendo daños materiales que generaron preocupación en el ámbito diplomático. En un comunicado enérgico, la Cancillería argentina, liderada por el ministro Gerardo Werthein, calificó el ataque como una “grave violación del derecho internacional” y reiteró su llamado al cese inmediato de las hostilidades.
“Estamos bien, solo daños materiales”
Elena Mikusinski, representante argentina en Kiev, aseguró a través de un mensaje que el personal de la embajada está a salvo, minimizando los temores iniciales tras el ataque que sacudió el edificio ubicado en la calle Ivana Fedorova. La embajada, junto con otras representaciones diplomáticas de países como Portugal, Albania y Palestina, sufrió roturas de vidrios, daños en el mobiliario y desprendimientos de mampostería.
El incidente ocurrió alrededor de las 7 de la mañana, cuando una ofensiva rusa con misiles balísticos impactó diversos puntos de la capital ucraniana. Según testigos, el ataque fue uno de los más intensos de los últimos días, aunque ocurrió temprano, lo que evitó una tragedia mayor.
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Condena internacional y pedidos de explicaciones
La Cancillería argentina expresó su solidaridad con las víctimas del ataque y subrayó la necesidad de garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas. Hasta el momento, no se ha confirmado si Argentina convocará al embajador ruso en Buenos Aires para exigir explicaciones formales.
El ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Rangel, también condenó el ataque, calificándolo de “absolutamente inaceptable” y advirtiendo sobre el impacto en instalaciones diplomáticas. En Lisboa, ya se ha convocado al encargado de negocios ruso para presentar una protesta oficial.
La escalada del conflicto
El ataque en Kiev forma parte de una jornada de violencia que incluyó otro bombardeo durante la madrugada, dejando al menos un muerto y 12 heridos. Además, más de 600 edificios residenciales, escuelas y hospitales quedaron sin calefacción tras los impactos. La fuerza aérea ucraniana interceptó cinco misiles balísticos Iskander, aunque los restos provocaron incendios y daños en tres distritos.
Mientras tanto, Moscú justificó la ofensiva como una respuesta a ataques ucranianos con armamento fabricado en Estados Unidos, intensificando la retórica bélica en un conflicto que parece lejos de resolverse.
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Una misión bajo amenaza
La embajada argentina en Kiev, declarada segura pero afectada, se suma a la lista de instituciones comprometidas por el conflicto. Mientras el gobierno argentino pide calma y respeto por las normas internacionales, el incidente pone de relieve los riesgos a los que están expuestos los representantes diplomáticos en zonas de guerra.