Rusia acusó hoy a Estados Unidos y sus aliados de impulsar una "campaña de propaganda" sobre una eventual invasión a Ucrania, mientras que la Casa Blanca insistió en que el Kremlin debe "desescalar" su presencia militar en la frontera, en las primeras conversaciones de un día de intensas negociaciones diplomáticas.
Los jefes de las diplomacias de ambos países, Sergei Lavrov y Antony Blinken, hablaron por teléfono como antesala del esperado diálogo entre los presidentes de sus países, Vladimir Putin y Joe Biden, respectivamente.
"El ministro subrayó que la campaña de propaganda lanzada por Estados Unidos y sus aliados sobre la 'agresión rusa' contra Ucrania persigue objetivos de provocación", indicó el comunicado publicado por la Cancillería rusa tras la conversación,
El titular de la diplomacia rusa señaló que la Casa Blanca y la Unión Europea (UE) "ignoraron los puntos principales" de las demandas de Moscú, en particular su rechazo a que la OTAN expanda sus operaciones hacia Ucrania, informó la agencia de noticias Sputnik.
Lavrov apuntó, en ese sentido, a "la inadmisibilidad de acciones que violen los compromisos asumidos al más alto nivel sobre la indivisibilidad de la seguridad en la región euroatlántica".
El secretario de Estado de Estados Unidos, por su parte, explicó que los canales diplomáticos permanecían "abiertos" para evitar un conflicto, pero requerirían que Moscú proceda a una "desescalada".
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Blinken "dejó en claro que seguía abierto un camino diplomático para resolver la crisis, pero requeriría una desescalada de Moscú y discusiones de buena fe", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Una invasión de Ucrania, que según Washington podría ocurrir "en cualquier momento" ante un aumento de la presencia militar rusa en la frontera, tendría como resultado "una respuesta transatlántica decidida, masiva y unida", agregó el vocero.
Muchos países, como Alemania o Países Bajos, recomendaron en las últimas horas a sus ciudadanos a abandonar Ucrania, y la embajada estadounidense en Kiev ordenó hoy la retirada de su personal no esencial.
Vladimir Putin hablará hoy por teléfono con sus homólogos estadounidense, Joe Biden, y francés, Emmanuel Macron, para intentar reducir la tensión.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que también busca poner paños fríos, señaló hoy que las advertencias sobre un ataque de Rusia a su país "provocan pánico y no ayudan" y pidió ver pruebas firmes sobre una invasión.
Las declaraciones del mandatario ucraniano se producen después de que el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtiera ayer que una invasión "podría ocurrir en cualquier momento".
Las autoridades ucranianas intentan restar importancia a las perspectivas de una guerra total por los efectos devastadores que esta podría tener en la maltrecha economía y en el ánimo de la opinión pública, precisó la agencia de noticias AFP.
"Ahora mismo, el mayor enemigo es el pánico en el país. Y toda esta información está provocando pánico y no nos está ayudando", indicó el líder ucraniano, agregando que si alguien tiene datos adicionales de una invasión debe entregarlos.