Si bien es probable que Omicron sea más transmisible, los primeros informes sugieren que también puede ser menos mortal, lo que encajaría en el patrón de evolución del virus observado históricamente.
Si un virus menos grave y más transmisible desplaza rápidamente a las variantes más graves, ¿podría la variante Omicron ser un catalizador para transformar una pandemia mortal en algo más similar a la gripe estacional?
Ese desarrollo encajaría con los patrones históricos (duración y número de oleadas) de pandemias de virus respiratorios anteriores, especialmente dada la amplia disponibilidad de vacunas y nuevas terapias que se espera que funcionen en todas las variantes conocidas.
Algunos en Wall Street han estado destacando los peores escenarios ante la nueva cepa, pero según una informe del analista Marko Kolanovic, de la banca JP Morgan, los datos actuales no deberían hacer sonar las alarmas por el momento.
“Los casos sudafricanos están cerca del promedio pandémico y las muertes por COVID están cerca del mínimo, una situación bastante favorable en relación con los últimos dos años”, explicó.
Los inversores deberían comprar la caída porque Ómicron podría acelerar el fin de la pandemia, según JP Morgan
Y aunque los inversores parecen estar llegando a la idea de que la variante Ómicron puede no ser una amenaza tan grande como se pensaba originalmente, muchos están preocupados por una reacción exagerada de los gobiernos, con las restricciones de viaje como la mayor preocupación.
Por ejemplo, Kolanovic señaló que los vuelos están restringidos desde varios países africanos que no tienen Ómicron, pero no están restringidos a los países europeos que tienen casos.
Pero si finalmente se descubre que Ómicron es una cepa menos letal, podría “resultar un riesgo positivo para los mercados”, según el informe. Eso es porque si la nueva variante desplaza variantes más mortales, podría acelerar el final de la pandemia y convertir COVID-19 en algo similar a la gripe estacional.
“Vemos la reciente liquidación en estos segmentos como una oportunidad para comprar acciones frente a la caída de precios de las empresas dependientes del ciclo económico y la reapertura (aerolíneas, acereras y quimicas), y de las materias primas”. También consideró que esta estrategia permitirá “posicionarnos para obtener mayores rendimientos de los bonos”, concluyó Kolanovic.
“Ese desarrollo encajaría con los patrones históricos de pandemias de virus respiratorios anteriores, especialmente dada la amplia disponibilidad de vacunas y nuevas terapias que se espera que funcionen en todas las variantes conocidas”, dijo el experto de JP Morgan.
Ese tipo de escenario, completó el análisis, la ventaja comparativa para invertir quede del lado las acciones cíclicas vinculadas a una reapertura de la economía, en lugar de otras acciones de crecimiento que prosperaron durante la pandemia.