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Nicolás Maduro, el aliado inesperado de Estados Unidos

Venezuela liberó a dos prisioneros estadounidenses después del encuentro con funcionarios de la Casa Blanca

Redacción
09/03/2022 10:50
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Venezuela liberó el martes a dos prisioneros de Estados Unidos, otro gesto que confirma el acercamiento entre dos países cuyas posturas parecían irreconciliables hasta hace unos días. El fin de semana, funcionarios de la Administración de Joe Biden se reunieron por sorpresa en Caracas con el presidente Nicolás Maduro para hablar de seguridad energética, en un momento en el que el precio del petróleo se ha disparado por la intervención militar de Rusia en Ucrania.

Lo sorprendente es que el Gobierno chavista era hasta ahora el aliado más incondicional de Vladímir Putin en américa latina por lo que ha sorprendido a todo el mundo. Maduro ha dado ahora un paso más en este acercamiento al dejar en libertad a uno de los seis ejecutivos de la refinería Citgo que fueron detenidos arbitrariamente en noviembre de 2017 y a un cubano-americano arrestado en 2021 por llevar encima un dron, por lo que se le acusaba de terrorismo.

La invasión de Rusia ha dado un vuelco al contexto geopolítico. La delegación estadounidense que viajó en secreto a la capital venezolana tenía como prioridad absoluta abordar la crisis energética. Estados Unidos ha prohibido la importación de petróleo y gas de Rusia, un golpe directo a la principal financiación del gigante euroasiático. En ese marco, busca otras formas de abastecerse. Y ahí es donde entra en juego Venezuela.

Para mejorar unas relaciones que no existían hasta hace nada, la Administración de Biden considera fundamental la liberación de los presos estadounidenses. El comisionado de Rehenes del Departamento de Estado, Roger Carstens, ha insistido en varias ocasiones en la excarcelación por razones médicas de los seis venezolanos-estadounidenses de Citgo detenidos. Tras el encuentro entre los funcionarios de Biden y Maduro, se supo que Carstens estuvo en diciembre negociando su puesta en libertad y que fue incluido en la reciente comitiva y todavía estaría en el país esperando respuestas de parte del chavismo.

Maduro parece decidido a aprovechar la crisis. El lunes aseguró que PDVSA está preparada para producir entre uno y tres millones de barriles de petróleo diarios si fuera necesario. Sin embargo, existen dudas al respecto. El declive de la empresa pública por su mala administración y las propias sanciones de Estados Unidos ha provocado que el año pasado llegara a su mínimo histórico de producción. Se cree que Venezuela todavía no está en condiciones de suplir la cuota de mercado que hasta ahora tenía Rusia.

Biden ha advertido de que el castigo a Rusia no saldrá gratis a los estadounidenses, que viven la peor escalada inflacionista en 40 años. “Defender la libertad tiene un coste, también para nosotros”, ha dicho. El Reino Unido ha secundado la sanción, pero el resto de países europeos no se ha sumado, por el momento, dada su alta dependencia de la energía rusa.

Bloomberg le cambia el perfil a Maduro

Bloomberg, el prestigioso sitio de economía,  ha decidido  modificar el perfil  de Nicolás Maduro, justo cuando Joe Biden necesita del petróleo venezolano que no le puede dar Juan Guaidó, el supuesto Presidente de Venezuela que reconoce Washington DC.

Bloomberg titula: "Migrantes venezolanos regresan a casa mientras Maduro adopta el capitalismo".

Con la firma de Ezra Fieser, Nicolle Yapur y Fabiola Zerpa se lee acerca del pasado y presente de Venezuela by Maduro:

"Durante años, una tragedia tras otra los obligó a abandonar Venezuela: hiperinflación, hambruna, brotes de malaria y un colapso de la red que dejó a toda la nación a oscuras durante una semana. En total, 6 millones de personas huyeron en lo que se ha convertido en la mayor crisis humanitaria de la historia moderna en el hemisferio occidental.

Es un giro tan inesperado que incluso a los venezolanos que saludan a los retornados les resulta difícil de creer. Sin embargo, la pandemia ha sido particularmente cruel con los migrantes dispersos por la región. Los trabajos son escasos y la xenofobia está aumentando rápidamente. Mientras tanto, en casa, la economía, contra todo pronóstico, se ha estabilizado. Después de años de intromisión gubernamental de mano dura que redujo el PIB de la nación rica en petróleo a una fracción de lo que alguna vez fue, el líder socialista Nicolás Maduro ha llevado a cabo una serie de reformas de libre mercado que están comenzando a impulsar el crecimiento. Es una gran victoria para Maduro, un autoritario despiadado cuyo régimen fue sacudido hace unos años por una ráfaga de sanciones de USA, similares a las impuestas a su aliado cercano Vladimir Putin en las últimas dos semanas. En una señal de cuán fuerte parece ahora el control de Maduro en el poder, y cuán fuerte se ha vuelto repentinamente la posición financiera de Venezuela, la Administración Biden envió un enviado a Caracas este fin de semana para negociar un posible levantamiento de las sanciones. Un acuerdo permitiría a Venezuela exportar más petróleo, lo que ayudaría a compensar la pérdida de barriles rusos en los mercados internacionales, justo cuando los precios se disparan. Calcular un número preciso de personas que regresan es casi imposible, al igual que saber si la tendencia durará años o se desvanecerá en meses. Pero las señales de su llegada se acumulan por todas partes en Caracas: en el floreciente mercado de alquiler de apartamentos; en el aumento de las inscripciones en escuelas privadas; en los autos que obstruyen las calles que el éxodo dejó vacías; y en las decenas de tiendas recién pintadas que abren sus puertas a los clientes por primera vez. En los pequeños pueblos a lo largo de la frontera occidental con Colombia, también es evidente. Durante años, el tráfico era de una sola salida: la salida. Ahora, dicen los lugareños, hay tantas personas que regresan a casa como que se van. (...)".

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