Cuatro niños fueron asesinados en un jardín de infantes del sur de Brasil por un hombre que ingresó trepando a un muro al lugar y, luego de cometer la masacre con un hacha pequeña, se entregó a la Policía, informaron autoridades y medios.
El gobernador del estado de Santa Catarina, Jorginho Mello, dijo que el ataque ocurrió en una guardería y jardín de infantes privado llamado Cantinho do Bom Pastor, en Blumenau, una de las ciudades más importantes de esa región de Brasil fronteriza con Argentina.
Medios dijeron que el asesino tiene 25 años e ingresó al lugar trepando un muro y portando un hacha pequeña con la que perpetró la matanza.
Los padres de los niños sobrevivientes fueron al establecimiento para retirar a los otros niños, en medio de un estado de conmoción general.
La cadena Globonews indicó que un centro médico recibió niños heridos, pero no dijo cuántos.
En el lugar había bebés que habían sido dejados por sus padres antes de ir a trabajar.
El mensaje de Lula da Silva
Rapidamente el caso repercutió en el gobierno de Brasil, al punto que el presidente, Luis Inácio “Lula” da Silva, se expresó sobre el crimen. “No hay dolor mayor que el de una familia que pierde sus hijos o sus nietos, más aún en un acto de violencia contra niños inocentes e indefensos. Mis sentimientos y plegarias para las familias de las víctimas y para la comunidad de Blumenau, ante esta monstruosidad ocurrida en la guardería Bom Pastor”, escribió el jefe de Estado en su Twitter. “Para cualquier ser humano que tenga sentimiento cristiano, una tragedia como esta es inaceptable, un comportamiento, un acto absurdo de odio y de cobardía como este”, refirió el exsindicalista, del Partido de los Trabajadores (PT).