El veterano de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. y meteorólogo David Helms se encuentra en su casa del estado de Virginia y se pregunta: "¿Cuándo termina la 'estación del fango' en Ucrania?
Piensa entonces en el clima, con el que también tienen que lidiar los soldados en las trincheras. La "estación del fango primaveral" o "raspútitsa” (un fenómeno estacional que convierte la tierra firme en un lodazal) comenzó temprano este año, escribe Helms en un análisis para DW, "después de que en marzo y febrero hiciera unos dos grados centígrados más que en invierno. Así que ya hemos visto que (el lodo) se está secando ligeramente, sobre todo en el sur, y menos en el norte y el este".
El meteorólogo jubilado analiza el estado del tiempo en plena guerra y publica sus previsiones en las redes sociales bajo el hashtag "#NAFOWeather”. Así se convierte en uno de los muchos tuiteros de todo el mundo que apoyan la lucha de Ucrania contra los agresores rusos. "Para mí, solo son personas que se preocupan por Ucrania y apoyan como pueden”, cuenta.
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Mientras otros activistas recurren a donaciones para encargar imágenes por satélite a proveedores privados como Maxar y ponerlas a disposición de los comandantes ucranianos en el frente, Helms escribe, por ejemplo, sobre cuándo habrá "capacidades óptimas de reconocimiento satelital”.
Pronóstico para el final de la "estación del fango”
En estas semanas, las previsiones de David Helms tienen un significado especial: quien sea capaz de determinar el final de la raspútitsa en Ucrania estará cada vez más cerca de responder a la pregunta de cuándo podrá ésta pasar a la contraofensiva para liberar más tierras ocupadas por las fuerzas rusas.
En sus mensajes de video diarios, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, comunica lo mismo que su ministro de Defensa, quien acaba de agradecer a través de un video la entrega de tanques de combate Leopard 2 y Challenger 2 procedentes de Gran Bretaña y del vehículo de combate de infantería alemán Marder.
En Ucrania, la raspútitsa hace intransitables los campos y las carreteras sin asfaltar durante un mes en otoño debido a las lluvias y en primavera debido al deshielo. Tanques, vehículos de transporte de tropas y piezas de artillería quedan entonces atascados en el lodo blando.
"La resistencia del terreno disminuye a medida que aumenta la humedad". Es una tendencia exponencial, dice Helms. "Cambia muy rápidamente en ciertos puntos a medida que aumenta la humedad", agrega. "Durante todo el invierno, la humedad se ha ido acumulando en forma de nieve, y la superficie del suelo ha estado congelada en su mayor parte, aunque debido al cambio climático, la capa superior del suelo se ha descongelado a veces este invierno". El fenómeno tiene que ver con la geografía de muchas zonas de Europa del Este: terreno llano y las características del suelo. En Ucrania, es la tierra negra la que hace del sur del país en particular una de las regiones más fértiles del mundo.
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¿Qué vehículos entran en cuestión?
Helms, antiguo meteorólogo militar, también ha trabajado para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés), donde estudió las consecuencias hidrológicas del cambio climático, es decir, los cambios en la composición del suelo. Como en Ucrania. "El efecto de la raspútitsa en el contexto de los vehículos militares depende no solo de la resistencia del suelo, sino también de los tipos de vehículos destinados a una operación ofensiva", explica Helms a DW. En pocas palabras, el peso de los tanques y los vehículos blindados de transporte de tropas, además del número de personas que transporten, determinan si pueden o no quedarse atascados en el lodo ucraniano.
Para el frente en Ucrania, Helms ya lo tiene claro: el suelo del sur de Ucrania se secará ya a mediados de abril. En la región de Donetsk, dos semanas después, y a partir de mediados de mayo también en Luhansk, ocupada por Rusia, más al norte.
Esto es significativo: el ejército ucraniano podría iniciar una contraofensiva en el sur hacia la ciudad de Melitopol, ocupada por Rusia, mientras los tanques rusos siguen atascados en el lodo en el este de Ucrania.