Este jueves el conductor de Gran Hermano, Santiago del Moro habló con LAM (América TV) tras los escandalosos hechos que estuvieron pasando en el reality.
“Paro para saludar, pero no quiero más quilombos. El perro está bárbaro, está divino, es lo más y aparte está con su dueño, no tengo nada más para decir", comentó Del Moro luego de que el cronista Alejandro Castelo le preguntara por Arturo y el comunicado de Huellitas Perdidas.
Días atrás, la asociación publicó un comunicado en su cuenta de Instagram y expresaron que la casa má famosa del país "no es un 'hogar' adecuado para Arturo, por lo que solicitamos inmediatamente a la producción de Gran Hermano Argentina la restitución del perro".
Te puede interesar
Por otro lado, el cronista del ciclo conducido por Ángel de Brito le consultó si se sentía cuestionado o desbordado por las distintas situaciones que pasan en el show. "Me siento feliz haciendo un programa que amo, con laburo y muy cansado”, aseguró.
Por último, el presentador de Telefe remarcó: “No quiero quilombo, estoy haciendo mi trabajo, hago un programa que a mucha gente le gusta y a otra no tanto por lo visto”.
Salió a la luz un archivo que expone a Santiago del Moro por su doble discurso en Gran Hermano
Esta semana fue muy polémica para el reality de Gran Hermano (Telefe) y Santiago del Moro se llevó muchas críticas del fanáticos por algunas actitudes frente a los conflictos ocurridos entre los participantes Furia y Mauro Dalessio.
Tras las críticas al programa por las fuertes actitudes de Juliana, en los últimos días el conductor remarcó que los comportamientos dentro del reality no era para utilizarse como ejemplo de nada y que no había que tomar las cosas de forma literal.
Sin embargo, este miércoles se viralizo un clip de Santiago semanas atrás diciendo todo lo contrario. “Chicos les quiero pedir algo para esta nueva instancia que tiene que ver con el trato, con los modos, y con el nivel de violencia", comienza diciendo en el tape.
Y continua: "Obviamente que en la casa tienen total libertad para hablar de todo, tratando de respetarse y respetar, pero cuiden mucho sus palabras. Están una casa que está siendo observada por el mundo entero”.
“No tienen la obligación de educar pero si bajan una línea todo el tiempo muy fuerte. Me parece que podemos dar un ejemplo, más allá de que uno discuta, siempre manteniendo una cuota de respeto, empatía y humanidad hacia la otra persona. Traten de cuidar los términos”, finaliza.