La muerte del Papa Francisco, ocurrida esta mañana a las 7:35 (hora de Roma), conmocionó al mundo entero. Y en Argentina, su país natal, la noticia caló hondo. En diálogo en “Lado A”, por Radio Jornada, el periodista y analista internacional Luis Rosales brindó un análisis profundo y emotivo sobre el legado que deja Jorge Mario Bergoglio tras más de 11 años de papado.
Francisco asumió como Papa el 13 de marzo de 2013, con 76 años, tras la renuncia de Benedicto XVI. Su pontificado se extendió hasta hoy, siendo uno de los más significativos de las últimas décadas. Como recordó Rosales, “fue el primer Papa jesuita y también el primero proveniente de América Latina”.
Rosales destacó que Francisco “se fue con su deber cumplido”, y explicó por qué: “Los jesuitas, desde hace 500 años, tenían dos misiones: evangelizar las periferias y proteger al Papa. Francisco cumplió con ambas”, el Papa tenía esa misión: expandir la influencia de la Iglesia en territorios clave, cumplir con la mision de los jesuitas, impactar y llegar a las periferias y justamente Bergoglio llega de la periferia, es el primer papa latinoamericano.
Uno de los hitos que resaltó fue el acuerdo secreto firmado en 2018 entre el Vaticano y el Partido Comunista Chino, que permitió una inédita participación conjunta en el nombramiento de obispos. “China no tiene religión oficial, y que la Iglesia Católica sea la única reconocida es un logro enorme. Francisco completó la tarea que hace siglos había quedado pendiente para los jesuitas”, explicó Rosales.
Pero el impacto del pontífice no fue solo geopolítico. También fue el Papa que le habló a los más pobres, a los migrantes, a las mujeres, a las disidencias. “Puso una nueva agenda sobre la mesa. Fue una revolución dentro de una estructura tan conservadora como la Iglesia Católica”, señaló el autor de Francisco, el argentino que puede cambiar el mundo, libro que fue publicado en inglés y se convirtió en un best-seller en Estados Unidos.
Rosales también reflexionó sobre la dimensión política del pontífice. “Fue el primer antisistema. Antes que Milei, Bukele o Trump, Francisco fue el que pateó el tablero en la Iglesia, que era un sistema corrido al conservadurismo. Lo hizo desde otro ángulo, desde las periferias. Lo toleraron porque hablaba italiano, le gustaban los ravioles y el fútbol, pero era un argentino del barrio de Flores”.
En cuanto a lo que vendrá, Luis advirtió que el próximo Papa probablemente no se aleje ideológicamente del camino que trazó Francisco, ya que el actual Colegio Cardenalicio fue conformado en su mayoría por el propio Bergoglio. Mencionó también la posibilidad de que el sucesor venga de Asia, con nombres como el cardenal filipino Luis Antonio Tagle como posibilidad.
“Europa es el pasado de la Iglesia; América Latina y África, su presente; y Asia, su futuro”, resumió Rosales. “Filipinas podría ser la cabecera de playa del Vaticano en Asia”.
Finalmente, también hubo espacio para la emoción: “Creo que no ha habido ni habrá un argentino que llegue tan alto. Tan cerca de Dios”, reflexionó Rosales. “Al principio estábamos todos emocionados, era como ganar un Mundial. Luego nos enojamos porque no venía. Pero ahora que se fue, lo vamos a extrañar mucho”.
Francisco nunca volvió a la Argentina desde que partió al Vaticano, en marzo de 2013. “A mí me hubiera gustado que viniera, creo que podría haber ayudado a pacificar”, dijo Rosales. Sin embargo, sus razones, personales y de salud, permanecieron reservadas.
Ademas, expresó, “Con la muerte de Francisco se va mucho más que un Papa”, resaltando que su partida representa la pérdida de un referente espiritual, social y humano cuya voz traspasó fronteras y jerarquías. Para Rosales, Francisco no fue un pontífice más, sino un hombre que “logró interpretar el tiempo que le tocó vivir con sensibilidad y coraje”.
Hoy, su imagen quedará grabada en la historia como la de un líder humilde y revolucionario, el Papa que eligió mirar el mundo desde las periferias, y que logró dejar una marca imborrable en la Iglesia y en el corazón de millones.