Tras el complejo trasplante cardiopulmonar practicado en el Hospital Italiano de Guaymallén, Mendoza, Roberto Sánchez vivió 44 días hasta que una colonia de gérmenes lo venció bajo un cuadro de shock séptico.
El Gitano, quien falleció el 4 de enero de 2010 en Mendoza, luego de una compleja operación en el Hospital Italiano en el departamento de Guaymallén -de la provincia cuyana-, pese a los esfuerzos del equipo médico que entonces conducía Claudio Burgos por mantenerlo con vida.
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Durante 44 días fue que El Gitano luchó por mantenerse vivo tras el trasplante cardiopulmonar al que fue sometido por voluntad propia a pesar de que, antes de la intervención quirúrgica, fue advertido de las bajas chances que tenía de superar el duro trance por recuperar su salud. En total tuvo cuatro perforaciones bronquiales en uno de sus momentos más críticos.
Antes de ese fatídico 4 de enero de 2010, pasadas las 20.40, cuando se conoció la noticia de su deceso, cientos de fanáticos, principalmente mujeres, expresaron con lágrimas, cantos y hasta bailes, con las famosas canciones de Roberto Sánchez, en la vereda a la vera de la lateral Norte de la Ruta 7, flanqueando el frente el nosocomio mendocino, la profunda admiración por el artista que las iba dejando. El parte médico indicó, de boca de Claudio Burgos, que Sandro había fallecido por un cuadro de shock séptico.
El mismo Sandro fue quien había decidido, luego de haber estado internado en Buenos Aires, ser trasladado a Mendoza para ser atendido por Burgos quien antes de eso le había informado personalmente las bajas chances que tenía de superar una operación de tal magnitud: tenía un 30% de sobrevivir y un 70% de morir. A lo que Sandro le había respondido que si hubiera tenido solo un 1% de salir con vida del trasplante múltiple de igual manera habría decidido ser operado. Sin embargo, la mala noticia de la figura estelar motivó una sentida despedida desde el Aeropuerto de Mendoza el martes 5 de enero de 2010.
Tiempo después de su fallecimiento es que se supo que murió porque contenía en su cuerpo un germen identificado como de la Guerra de Irak y que había formado lo que en la jerga clínica médica se conoce como una colonia.
Si bien en principio la evolución del famoso paciente había sido favorable, por un requerimiento médico fue necesario que se le suministraran fármacos del tipo inmunosupresoras y ese fue el momento cuando la colonia de gérmenes avanzó y terminó derrotando al casi imbatible nacido el 19 de agosto de 1945 en la localidad de Valentín Alsina, en el partido de Lanús.
Comparado en su momento con Elvis Presley, en sus años mozos también fue bautizado como uno de los padres del rock en Argentina, logrando una enomrme carrera que lo posicionó como uno de los artistas más importantes de Sudamérica, por lo cual él mismo acuñó el daguerrotipo de Sandro de América. Figura artística que lo llevó hasta la producción de películas para el cine argentino.
Era hijo de Vicente Sánchez y de Irma Nydia Ocampo y desde niño soñaba con convertirse en un artista de fuste hasta que con los años llegó a la fama con éxitos como “Tengo”, “Rosa, Rosa”, “Trigal” o “Porque yo te amo”, luego de transcurrir su infancia y adolescencia en su ciudad natal.
Años más tarde, ya cuando Sandro había cobrado cierta fama, el barrio de Banfield comenzó a tener un gran protagonismo en la historia de cantante, puesto que fue allí donde se mudó cuando su carrera ya estaba bien encaminada.
La casa se convirtió en lugar emblemático para la gente de la zona y actualmente sigue siendo visitada hasta el día de hoy por las “nenas” que siguen fieles al legado del cantautor. Cada 19 de agosto las fanáticas acudían al hogar para celebrar sus cumpleaños en lo que llamaron las “batallas del 19”.
Inicios de la estrella
Con el tiempo, no fue sólo Sandro. También se valía como Sandro de América o El Gitano, por el que miles de mujeres morían. Un verdadero galán de la época. Este apodo generó cierta polémica debido a que la historia de su familia dice que su abuelo paterno vivió parte de su vida en España y fue por él que el cantante tomó lo que supuestamente sería una parte de su sangre. La sangre gitana, claro.
Lejos de pasar el inicio de su adolescencia en el colegio, a los 13, abandonó los estudios y comenzó a trabajar junto a su padre. Pasó un tiempo de su juventud como vendedor de vinos en damajuanas, repartidor en una carnicería y también de otros rubros. Fueron estas labores las que lo ayudaron a adquirir su primera guitarra, la cual aprendió a tocar con el tiempo y lo acompañó en sus primeras presentaciones.
Al llegar los ‘60 formó su primera banda llamada “Trío Azul”. Uno de sus integrantes decidió alejarse por lo que se transformó en el dúo “Los Caribes”, lo que resultó en los inicios de solista de Sánchez porque quedó sólo. Luego creó “Los Caniches de Oklahoma” y más tarde “Los De Fuego”. Pasaron tres años desde sus inicios en la escena de la música y en 1963 grabó “¿A esto le llamas amor?”, seguido de otras canciones que también ha interpretado a lo largo de su carrera.
Un año después hizo su álbum debut con Los De Fuego titulado “Presentando a Sandro”, el cual sería el primero de los alrededor de 50 discos que lograría registrar durante su vida entre los que se encuentran “Sandro de América” o “Una muchacha y una guitarra”.
Del vinilo al CD
En 1969 salió a la luz el hit “Rosa Rosa”, parte de “Sandro de América” que se convirtió en la canción más vendida de toda su carrera. La historia detrás de esta canción tiene diversas versiones, una de las cuales dice que surgió gracias a Rosa Díaz, empleada doméstica de la casa de uno de sus productores.
Se cuenta que un día Sandro entró a la cocina diciendo “Rosa Rosa, qué me preparaste”, y el tono llamó la atención del realizador, que le sugirió utilizarlo para una de sus creaciones. El cantante, sin embargo, siempre dijo que se trata de una semejanza entre la mujer y la flor.
Muchos de sus discos fueron grabados y salieron a la venta en formato de vinilo puesto que para aquellas épocas en las que el cantante se iniciaba en la industria aún no existían los posteriores cassettes o CDs. Sin embargo, para el año 1997 la discográfica Sony decide reunir las obras que había sacado en el ‘63 y ‘64 para relanzarlos en un formato más actual. Más tarde, comenzaron a ponerse a la venta álbumes que recopilan canciones de toda su carrera como “Mis 30 mejores canciones CD I” y la segunda parte del mismo.
De sus grandes éxitos, “Tengo” fue elegida por la revista Rolling Stone y la cadena de televisión MTV para conformar el ranking de las 100 mejores canciones del rock argentino logrando ubicarse en el número 15.
El cine enamorado de Sandro
Así como el ícono grabó decenas de discos, su fama hizo que sea convocado para realizar apariciones en el cine. Comenzó con pequeños papeles pero luego se ganó los protagónicos de películas como el primero que realizó en “Quiero llenarme de tí”. En la gran pantalla debutó en 1965 con “Convención de vagabundos” y la última producción que realizó fue “Muchas gracias maestro”, en un homenaje a Osvaldo Pugliese, en el año ‘93.
En medio de aquellos dos títulos se encuentran “Tacuara y Chamorro, pichones de hombre”, filmada en las localidades santafesinas de Coronda, Maciel y Monje, “Quiero llenarme de tí”, “La vida continúa”, “Gitano”, “Muchacho”, “Siempre te amaré”, “Embrujo de amor”, “Destino de un capricho”, “El deseo de vivir”, “Operación rosa rosa”, “Tú me enloqueces” y “Subí que te llevo”.
Los pulmones de Roberto...
Entre giras, recitales y muchos compromisos, en el año ‘98 se conoció la novedad de que el cantante estaba sufriendo una enfermedad causada por su fuerte adicción al tabaco que resultó en un enfisema pulmonar crónico. Esto afectó directamente su fuente de aire, la cual es una de las bases para que pueda desarrollar su labor como músico, pues su voz era su herramienta de trabajo. Esto lo obligó a suspender funciones debido a breves internaciones, pero se recuperó para volver a las pistas. Así entre 2003 y 2007 generó más material para que sus nenas puedan seguir deleitándose con la voz de su tan amado gitano.
Sandro llegó a llevar a cabo espectáculos con asistencia de oxígeno, de la cual se nutría para poder desarrollar las actuaciones. En ocasiones realizó sus performances de dicha manera, hasta 2004 cuando giró con “La profecía”, no obstante la afección avanzaba poco a poco, alcanzando tomar gran parte de sus pulmones. La única solución que el equipo médico que lo trataba encontró como posible era un trasplante, por lo que fue puesto en lista de espera.
Entonces, el 20 de noviembre del 2010, en la ciudad de Mendoza, fue intervenido y sometido a un doble trasplante de pulmón y corazón. Con un resultado exitoso. Todos estaban contentos porque iba a haber Sandro para rato, al menos unos 10 años más, expectativa de vida que dieron los doctores. La evolución de su cuadro llevaría tiempo, pero en cuestión de días ya estaría recuperado, pero la aparición de una bacteria que no había sido identificada volvió a llevar al músico a terapia intensiva y nuevamente al quirófano.