“La Chica Miller” (Miller’s Girl), el controvertido thriller que arrasa en el ranking de lo más visto de Prime Video, presenta una historia que desenreda las complejas dinámicas entre una joven escritora (Jenna Ortega) y su profesor (Martin Freeman), atrapados en una red de relaciones donde las fronteras entre lo personal y lo profesional se tornan difusas.
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La película, dirigida por Jade Halley Bartlett, profundiza en la relación entre Cairo Sweet (Ortega), una apasionada estudiante de 18 años, y Jonathan Miller (Freeman), un profesor y escritor fracasado. Todo comienza con una tarea de escritura creativa que desata una serie de revelaciones incómodas y conflictos latentes, llevándolos a explorar límites ambiguos y a asumir papeles de héroes y villanos en la vida del otro.
Una historia de tensiones y poder
La cinta se distingue por su desarrollo en torno a un juego de poder que se desliza peligrosamente hacia la seducción. Lo que inicia como una simple interacción académica rápidamente evoluciona hacia una conexión que pone a prueba los límites éticos y morales. Bartlett utiliza esta narrativa para explorar los delicados límites entre lo personal y lo profesional, y examina las dinámicas de poder en un entorno educativo.
Reacciones y controversia
Desde su estreno, la película ha desatado una fuerte polémica, principalmente por la diferencia de edad entre los protagonistas y las insinuaciones de un romance en pantalla. La relación entre Cairo y Jonathan, con sus tensiones implícitas, ha provocado respuestas mixtas entre el público y la crítica.
El elenco se completa con Dagmara Domińczyk, Gideon Adlon, Bashir Salahuddin y Christine Adams. La producción estuvo a cargo de Seth Rogen, Evan Goldberg, James Weaver, Josh Fagen y Mary-Margaret Kunze, mientras que Freeman también participó como productor ejecutivo.
La defensa de los protagonistas
Martin Freeman, quien ha recibido críticas por una escena explícita con Ortega, ha defendido la película como “madura y matizada”. En una entrevista con The Times, enfatizó que el film no pretende glorificar relaciones con grandes diferencias de edad, sino más bien ofrecer una reflexión sobre temas estigmatizados. “Es lamentable que historias sobre temas difíciles puedan ser malinterpretadas por asociación”, afirmó Freeman.
Por su parte, Kristina Arjona, coordinadora de intimidad del film, aseguró que se tomaron todas las precauciones necesarias para que los actores se sintieran cómodos durante las escenas íntimas, utilizando prendas de modestia y barreras adicionales.
Freeman subrayó que el arte debe tener la libertad de explorar temas complejos sin ser censurado por las percepciones de la audiencia. “No se trata de glorificar nada”, reiteró a The Times.
Un debate abierto
En definitiva, “La Chica Miller” ha captado la atención no solo por su provocadora trama, sino también por las actuaciones intensas de sus protagonistas. Con una historia que desafía convenciones y aborda temas moralmente ambiguos, esta película se consolida como un punto de discusión entre espectadores y críticos.
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