Minutos después de ser condenado a tres años de prisión condicional, L-Gante, cuyo nombre real es Elián Valenzuela, habló con los medios sobre su experiencia durante el proceso judicial. Este lunes 28 de octubre, el Tribunal en lo Criminal N°3 de Mercedes emitió el veredicto, en el cual se le declaró culpable de privación ilegítima de la libertad, posesión de armas y amenazas, aunque evitará la cárcel siempre y cuando no cometa nuevas infracciones.
Al conocer la sentencia, el popular cantante de cumbia 420 expresó su agradecimiento por el trabajo realizado, pero también cuestionó las intenciones de la querella. “Esto no se termina aquí. Queda tiempo para demostrar mi inocencia y dejar en claro que fue algo armado para beneficiar al denunciante”, afirmó, a pesar de la condena. Al mismo tiempo, mantuvo su confianza en el sistema judicial: “Aún puedo confiar en la Justicia”.
En sus declaraciones, L-Gante reflexionó sobre el impacto de su carrera en su vida personal y en su papel como figura pública. “Las palabras del juez fueron muy motivadoras. Espero ser un buen ejemplo para la juventud”, comentó, recordando una cita inspiradora de Spiderman: “Un gran poder requiere una gran responsabilidad”. A esto le agregó que esta experiencia le llevó a enfocarse en su verdadera identidad: “Debo concentrarme en Elián Valenzuela y dejar atrás a L-Gante”.
El músico también compartió que ha tenido que alejarse de personas que buscaban aprovecharse de su éxito, y mostró sensibilidad al hablar de cómo la situación ha afectado a sus seres queridos. “No miedo, pero transmitiendo tranquilidad a mi mamá, amigos y familia”, dijo, consciente de las expectativas sobre él.
Al cierre de su declaración, L-Gante lanzó un mensaje hacia el abogado de la parte querellante: “Le deseo suerte en su vida”, eludiendo entrar en más conflictos legales y enfatizando su deseo de volver a concentrarse en su música. “No debería estar ocupándome de esto, sino de hacer música. Pero lo hemos manejado con neutralidad”, concluyó.
La condena de Valenzuela se dio tras una cuidadosa evaluación del juez Ignacio Racca, quien destacó la complejidad del caso y subrayó la importancia de garantizar que un inocente no fuera condenado. Racca también mencionó la presencia de testigos falsos y decidió descartar ciertos agravantes, reconociendo que el acusado no contaba con antecedentes penales significativos. Finalmente, L-Gante fue juzgado por amenazas agravadas, lesiones leves y daños a la propiedad.
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