Cada vez que dos participantes tienen una situación íntima, la voz de Gran Hermano les da un aviso para que den consentimiento. En esas situaciones, los involucrados solo tienen que levantar el pulgar, en señal de conformidad.
Eso ocurrió con Furia y Martín Ku. Los jugadores estaban en la misma cama, relajados, cunado escucharon la voz del "Big". "Atención, por favor, recuerden dar el consentimiento a cámara", se escuchó por los alto parlantes.
Juliana y El Chino estallaron de risa ante la advertencia de Gran Hermano. "Ahora van a venir a ver si estamos teniendo sexo... alguno entra, alguno entra", exclamó la entrenadora de crossfit, en referencia al resto de los participantes.
A los pocos minutos, Furia fue hasta la cama de Emma Vich para ver si también les pedían el consentimiento. "Voy... así los piden el consentimiento", lanzó la estratega y se acostó con su aliado en el juego.
Al parecer, todo fue parte de una picardía del supremo que, para romper la rutina, suele hacerles bromas a los jugadores.
Tras las duras críticas, la novia de Martín Ku de Gran Hermano aclaró qué siente por Arturo
Hace unos días, una mascota entró a Gran Hermano. Arturo, un perro de un refugio, ingresó a la casa más famosa del país. A los pocos minutos, el animalito eligió a Martín Ku como su fiel compañero.
En una charla con Diego Poggi para el streaming de Telefe, Marisol, la novia del Chino se mostró preocupada porque no tienen espacio para cuidar a un perro. "Martín hace rato me venía diciendo que quería un perrito y yo le decía que no porque no tenemos patio ni lugar para tener un perro. No me escuchó, lo vio a Arturo y se enamoraron mutuamente. Yo ya estoy pensando acá afuera cómo vamos a hacer, tenemos que buscar un lugar más grande”, expresó.
Después de sus dichos, la novia de Martín recibió duras críticas por parte de algunos fans en las redes. Por esa razón, la joven se vio obligada a publicar un descargo: “Me da vergüenza aclarar esto. Ustedes no me conocen pero yo amo a Arturo sin conocerlo todavía. Le quiero dar la mejor calidad de vida posible como se lo merecen todos los animales. ¿Cómo no lo voy a querer?”.
Y finalizó: "Harta de que me quieran hacer quedar como el ort* siempre. Cuando lo tenga acá en casa va a tener la mejor alimentación posible, profesionales que lo ayuden a mejorar sus conductas (como su ansiedad), una familia que lo va a amar con todas las fuerzas, un patio enorme para jugar, y se preguntan si ¿lo quiero? Amo a mis mascotas y no tengo ganas de aclarar esto. Los que me conocen saben que mis gatitas son mis hijas, y ahora tenemos a Artu, vamos a asegurarnos de hacerlo el perrito más feliz del mundo, amándolo, valorándolo y honrándolo como se lo merece”.