Fútbol, alta sociedad, desfiles, marcas de lujo, glamour y anécdotas... Coppola. "Guillote" demuestra su capacidad para reinventarse una vez más, volviendo al centro de la atención mediática con el lanzamiento de su serie biográfica "Coppola, el representante" en Star, con Juan Minujín en el papel principal. En el cuarto episodio, se presenta una de las situaciones más extravagantes en la historia del representante del legendario número 10. Aunque la serie la sitúa en Punta del Este, Coppola reveló que este incidente tuvo lugar en un hotel de cinco estrellas en Mar del Plata.
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"Fuimos con unos amigos a un desfile de Roberto Giordano en el Hotel Hermitage de Mar del Plata", comienza Coppola su relato durante una entrevista con Guillermo Poggi en "Coppola Anecdotario" de Radio La 100.
En medio del desfile, celebrado en el lujoso salón dorado, Coppola quedó cautivado por la presencia de la alemana Monique Modlmayer en la pasarela. "Sentí como si todo a mi alrededor desapareciera, y solo la veía a ella", recuerda, aunque sus amigos le advirtieron que "no tenía oportunidad". Entre risas, Coppola rememora: "Es alemana, así que hablar no serviría. Está casada con un piloto y tiene mucho dinero". Pero la historia no termina ahí.
Decidido a llamar la atención de la modelo, Coppola vació todos los jarrones del lobby del Hermitage para crear un ramo de flores con el que sorprenderla. Llegó a la pasarela con las flores, que había secado con un paño minutos antes, pero ella rechazó su gesto. "No acepto regalos de extraños", le dijo.
Rápido de reflejos y para evitar ser expuesto ante las cámaras, el entonces representante de Maradona le entregó las flores a Karina Rabolini, quien compartía la pasarela con la alemana. "Tomé las flores de los jarrones, me lancé hacia ella y se las entregué, pero ella también las rechazó. Fue un momento muy embarazoso. Se las di a Karina Rabollini", relata Coppola.
Ese fue el único contacto que Coppola tuvo con Modlmayer en Mar del Plata, pero "Guillote" no se daba por vencido ante la mujer que, para él, era la más hermosa del planeta. Cuando coincidieron en Buenos Aires, Coppola se enteró de que el padre de la modelo celebraba una fiesta. Entonces, fue al mercado de flores, compró un canasto de rosas y alquiló un helicóptero. "No sé cuántas rosas compré. Llevé un canasto y las arrojé desde el aire hacia la fiesta en la que estaba ella... Me enamoraba de lo que veía", recuerda. En la serie, el helicóptero es pilotado por Carlos Menem Jr., aunque Coppola no lo confirmó.
Su segundo intento por conquistarla tampoco tuvo éxito. "Le dijeron que yo era el del helicóptero. Vino, me abrazó y me agradeció por el espectáculo que había organizado para su padre y sus invitados. Con el tiempo, Karina me contó que se había separado y viajamos juntos a Punta del Este", explica.
"Organizamos un viaje a Punta del Este. Teníamos habitaciones separadas. Cenamos, tomé su mano algunas veces, llegó la hora del postre... Fui a su habitación, me acerqué, cerré la puerta, la abracé... Pero todo terminó en tres segundos", concluye Coppola. En la vida real y en la serie, escucha la misma pregunta: "¿Para esto he venido?".
A pesar de ese encuentro, la relación continuó al punto de que Monique le regaló un jarrón de terracota para su cumpleaños, sin imaginar que años más tarde ese obsequio tendría una fama insospechada cuando, en un allanamiento en 1996, se encontraron 406 gramos de cocaína de baja pureza dentro del objeto decorativo. Este incidente llevó al representante de Diego Armando Maradona a pasar casi tres meses en prisión. "No todas las batallas se ganan. Algunas se pierden", concluye Coppola.