El vino es toda una tradición en La Rioja, una región reconocida a nivel mundial por la calidad de sus vinos. Con la llegada de septiembre, en Logroño (ciudad capital de La Rioja) se cosecha la uva para dar comienzo a las Fiestas de la Vendimia Riojana o Fiestas de San Mateo. Esta celebración se alarga durante toda la semana, y su evento principal suele coincidir con el día de San Mateo (21 de septiembre). Durante este tiempo, acuden a la ciudad visitantes de distintas comunidades españolas amantes del vino y del ambiente festivo que se respira en sus calles. La Fiesta de la Vendimia Riojana ofrece un programa de actos casi ininterrumpido, y es que, durante la semana, ¡Logroño es la ciudad de la fiesta y el vino!
Se inauguran con el pregón del alcalde y los Vendimiadores Mayores (dos personas jóvenes, un chico y una chica, que están presentes en la mayoría de los actos en representación de la ciudad y su gente) desde el balcón del Ayuntamiento. Una vez terminado, llega la hora del “chupinazo” (palabra con la que se conoce al disparo del cohete que anuncia el inicio de esta celebración). Los barrios de la ciudad se llenan de música y comida para degustar, desfiles, una feria taurina, conciertos, bailes y hasta concursos de lo más variopintos. ¿Y qué puedes hacer cuando se esconde el sol? Si tienes ganas de más, durante la noche las calles rebosan fiesta y diversión (algunas de las más populares son la calle San Agustín, la calle Laurel y la calle San Juan).
El evento del pisado de la uva es la esencia de estas fiestas. Si no quieres perdértelo, suele tener lugar el segundo día de la Fiesta de la Vendimia Riojana en la plaza del Espolón. Sobre el escenario, las uvas recogidas se colocan en una cuba. Dos hombres vestidos con los trajes típicos de esta festividad (camisa blanca, chaleco y faja roja en la cintura) remangan sus pantalones y se descalzan para introducirse dentro del recipiente. Pisan las uvas mientras giran entrelazando sus brazos, mostrando al público cómo se elaboraba el mosto tradicionalmente. Cuando la uva ya es mosto, se vierte en una jarra de barro. Así se presenta el primer mosto de la cosecha, que se regalará a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.A lo largo de esta semana, las peñas encargadas de gestionar gran parte de los espectáculos y las Casas Regionales tienen especial importancia. Cada día de estas fiestas se le dedica a una de las casas regionales de Logroño. Estas ofrecen a sus visitantes demostraciones de las costumbres y platos típicos de la región que representan. Por ejemplo, una de las más famosas es la Casa de Andalucía que, en ocasiones, ha ambientado la Muralla del Revellín para quienes quieran vivir el folclore andaluz.
Al llegar el fin de semana, suele tener lugar el desfile de carrozas, uno de los mayores atractivos de estas fiestas. Por las calles de Logroño pasean carrozas artesanales decoradas con elementos típicos de la tradición vinícola. Otras localidades de La Rioja también pueden crear sus propias carrozas, con la posibilidad de ser una de las tres premiadas. Además, durante la semana se dan otros concursos que resaltan sus costumbres como el concurso de zurracapote. El zurracapote es una bebida típica similar a la sangría. Si quieres probarla, puedes visitar los chamizos (locales donde las peñas invitan a los visitantes a zurracapote).La quema o entierro de la cuba es el acto que pone fin a estas fiestas. El último día la cuba es transportada hasta la plaza del Ayuntamiento en un desfile de los peñistas. Tras el discurso de los vendimiadores y del alcalde, se prende la mecha que hará arder la cuba. Mientras tanto, siempre hay algunos espectadores que se animan a cantar el himno de Logroño.