Estiman que cuando se abonen las expensas de septiembre habrá fuertes aumentos en la boleta que podrían trepar hasta el 30% y la razón de este incremento es porque comenzó la quita de subsidios para los usuarios de gas y electricidad de nuestro país, medida que el Gobierno nacional confirmó que se efectuará en tres etapas: septiembre, noviembre y enero de 2023.
Hay mucha preocupación en los consorcios por este tema y en algunos ya empiezan a tomar acciones para tratar de aminorar el gasto común.
Te puede interesar
Y desde el segmento sostienen que ya los edificios venían con finanzas “estresadas” debido a la pandemia, la coyuntura económica y la alta inflación que se aceleró en este tiempo.
Sobre cuál es el impacto por las quita de subsidios, Rodrigo Martínez Daveño, administrador de consorcios y abogado, destacó a Infobae que “esta novedad fue tomada con muy mal animo por parte de los consorcistas. En algunos casos con resignación y bronca. En este contexto se exige mas a los administradores de consorcios, ya que los consorcistas solicitan reuniones periódicas en las que se planifican las rebajas de gastos a futuro, por ejemplo. La crisis provocada por las medidas del gobierno, involuntariamente hizo que los consorcistas se involucren más en el día a día de sus edificio ya que ven más afectados sus bolsillos”.
“La crisis provocada por las medidas del gobierno, involuntariamente, hizo que los consorcistas se involucren más en el día a día de sus edificio ya que ven más afectados sus bolsillos” (Martínez Daveño)La quita de subsidios a la luz y gas como servicios comunes, dependiendo del consorcio impacta desde un 5% para arriba (luz de pasillos, ascensores, bombas de agua, entre otros). Los inmuebles que tengan gas de calderas y termotanques para agua caliente central, por ejemplo, deberán pagar mucho más informan desde el sector.
Y por la medida impulsada por la Secretaría de Energía, “los edificios más afectados serían los de menos unidades funcionales y más servicios centrales porque las subas se reparten entre menos bolsillos”, dijo a Infobae David Loisi, presidente de la Fundación Liga del Consorcista.
Te puede interesar
También informaron que impactará en la suba de las expensas el pago de un bono para los encargados de los edificios acordado por las cámaras junto con el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta Horizontal (Suterh) que se fijó para los salarios de los trabajadores del sector para contrarrestar efectos inflacionarios y que se pagará en cuotas hasta febrero próximo.
Cuánto se paga de expensas
Según Loisi, el valor de una expensa estándar estaría entre $10.000 y $15.000 (de un departamento de dos ambientes o un monoambiente con amenities), en todo el país. “Pero su valor depende principalmente de la zona, de la cantidad de amenities y del porcentual del Reglamento. Los departamentos mas grandes (o mas altos) generalmente pagan mas”, amplió.
Por lo cual y de acuerdo con los aumentos subirían a $13.000 y $19.500, respectivamente, siempre que se extienda hasta el 30 por ciento.
Cómo tratar de controlar ahorros
En este contexto se han comenzado a tomar medidas, que pueden parecer un tanto extremas pero no lo son, como por ejemplo reducir los horarios de uso de las calderas haciendo que las mismas sean operadas manualmente por los encargados y no de manera automática con el objeto de reducir el horario de uso con el consiguiente ahorro de gas.
Martínez Daveño, explicó que “los timers de las luces de los pasillos se ajustan reduciendo los segundos de encendido y en algunos casos se llega a dejar fuera de servicio a alguno de los ascensores en horario nocturno. También se han reducido en muchos casos las horas extras de los encargados de los días domingo (al menos son dos horas según la regulación sindical que se utilizan para sacar la basura) para disminuir los costos”.
Desde distintos organismos que defienden los intereses de los consorcios se sugiere a la gente que convoque a Asamblea en cada inmueble que sienta el impacto inflacionario para que sean los propietarios los que arbitren formas de concientizar y economizar, dado que el manejo económico de un consorcio de propietarios se asemeja bastante a la economía familiar.
“Hoy ahorrar es difícil, pero se puede intentar: eliminar las horas extra del personal, que no son derecho adquirido para la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia; alquilar una portería vacía; cambiar las luminarias de lugares comunes por las de bajo consumo; adquirir productos de limpieza en comercios mayoristas razonables; revisar los presupuestos y abonos para lograr el mejor producto al mejor precio, entre otras acciones. El consorcio debe funcionar siempre como una buena economía hogareña, que no es ni más ni menos que eso: grupos de propietarios que desean vivir en paz”, dijo Loisi.
Desde septiembre se verá el impacto sobre todas estas medidas de incremento de costos, que repercuten indudablemente en lo que el propietario paga en concepto de abonos (desinfección, ascensores, por ejemplo) y reparaciones de cosas comunes (roturas, humedades, caída de agua, pintura, entre otros).