La Subasta Solidaria de Vinos, organizada por el Municipio y la Fundación Chachingo, logró recaudar más de 28 millones de pesos. Así, el total de lo recaudado será distribuido entre el Banco de Alimentos Mendoza, Jardines Maternales municipales, la Asociación Traspasar y el programa Aprendamos Labrando.
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Un evento con impacto social
El objetivo de la subasta es fortalecer proyectos sociales y educativos. Debido a que estos impactan directamente en la calidad de vida de niños y familias de Mendoza.
“Es una forma de contribuir, en este contexto tan difícil de crisis económica, con instituciones que ayudan con necesidades básicas, como la alimentación de nuestros niños y sus familias”, destacó el intendente Diego Costarelli, quien participó de la actividad.
Por su parte, Enrique Sampedro, presidente del Banco de Alimentos Mendoza, explicó: “Este proyecto nos permite optimizar nuestra labor y llegar a más personas. Rescatamos alimentos y los distribuimos entre unas 80 instituciones”.
La dinámica de la subasta
Con la conducción de Manucha Subastas, se presentaron 32 lotes de vinos de alta gama. Los mismos fueron donados por bodegueros y empresarios del sector que decidieron sumarse a esta apuesta solidaria.
Asimismo, los vinos fueron aportados por reconocidas firmas como Julio Camsen, Valentín Stradella y Alejandro Vigil. También estuvieron presentes los vinos de Walter Hilbing y Event InDaHouse.
Cabe destacar que, la venta de los lotes, junto con las entradas al evento, permitió alcanzar más de 23 millones de pesos. Este importe fue un récord en esta sexta edición de la subasta.
Apoyo del sector vitivinícola y empresarial
El evento también contó con el apoyo de WOFA (Wine of Argentina), Universo Vigil y El Descorche. Como así también empresas como Kauquen, Tapia Sonidos Multimedia, Banquete Suárez y La Criolla.
Además, participaron empresarios, funcionarios y personalidades de la cultura vitivinícola, quienes reforzaron el éxito de la iniciativa.
La Subasta Solidaria de Vinos sigue consolidándose como un espacio clave para combinar la pasión por el vino con la solidaridad. De esta manera se marca un impacto positivo en las comunidades más vulnerables.
Año tras año, el evento consolida su lugar en el calendario solidario, generando recursos indispensables para los sectores más necesitados.