Por Roberto Cucchetti, asesor financiero de Portfolio SA
El Mal dato de Marzo
Recientemente se conoció el Indice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de marzo. Previo a conocerse el dato muchos rumores circulaban y cada vez con más fuerza era que el dato no iba a ser bueno. Pero la realidad superó a la ficción en torno al número: 7,7% fue la variación del índice mes a mes, acumulando un 104,3% en el interanual y un 21,7% en el primer trimestre de 2023. Lo peor de todo es que al analizar los datos en profundidad no se encuentran datos positivos de pesos para ser un poco optimistas en relación a un posible sendero de desinflación. El ítem que más suba tuvo fue el de educación con un 29,1% aunque es un aumento muy estacional, el verdadero golpe viene por el lados de los siguientes tres rubros que más subieron y que pegan directamente en el nivel de consumo de la población en general, Prendas y calzados de vestir (9,4%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (9,3%) y Restaurantes y hoteles (8,3%). Si el dato se analiza por componentes los Estacionales marcaron una suba del 9,3%, Regulados 8,3% y Núcleo 7,2%, quizás en este punto está el único dato no tan negativo ya que en febrero la variación fue de un 7,7%.
El dato dejó mal parado al Gobierno Nacional en general que ensayó variados tipos de justificaciones: la guerra, la sequía, la inflación heredara del gobierno anterior, que si se eliminara la inflación de determinados ítems hubiera sido más baja, etc. Pero lo más llamativo es el silencio en relación que hizo a este tema el principal encargado de velar por la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda: el Banco Central de la República Argentina. Hasta ahora no ha habido un comunicado oficial en relación al tema cómo tampoco medidas tendientes a evitar una espiralización en el proceso inflacionario.
Dólar agro: ¿más reservas y más inflación?
En un contexto de escasez de divisas y brecha entre los USD libre y el USD del Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC), el Gobierno Nacional lanzó el Programa de Incremento Exportador con la emisión de los decretos 193/2023 y 194/2023 que estableció entre varios aspectos, la posibilidad de liquidar divisas para el sector agrícola a un valor de $ 300 por cada dólar. Si bien el programa tuvo un comienzo poco auspicioso, de a poco se comenzaron a liquidar operaciones y el BCRA pudo cortar una racha negativa en la acumulación de reservas. Se estima que ya se han liquidado aproximadamente unos USD 900 millones, permitiendo al BCRA equilibrar el balance cambiario de abril. Pero la cuestión de fondo es que la medida no es un incentivo al incremento exportador, sino más bien un incentivo al incremento en la liquidación de divisas y el problema del programa es que el BCRA paga $ 300 por cada dólar y vende a $ 200 por cada dólar a los importadores. Con lo cual el BCRA emite más pesos por este programa de los que puede recupera por las importaciones. Si se considera un nivel de liquidación de USD 3.000 millones, implica una equivalente al 17% de la Base Monetaria y para no perder reservas (malvender los USD adquiridos por el programa) debe cerrar todavía más el nivel de importaciones afectando así el desarrollo normal de la economía. Aplicar esta política de comprar caro y vender barato por uno u otro camino, llevará a un incremento de la base monetario y/o de los pasivos remunerados (PASES+LELIQS) que tarde o temprano repercutirá en el nivel de precios. En conclusión, el éxito del programa (que no está asegurado) no será ni gratis ni barato, lo máximo a lo que puede aspirar el equipo del Ministerio de Economía (MECON) es a acumular reservas que le permitan llegar con cierta calma a junio y en lo posible hasta agosto.
El dólar se despierta
En un ambiente enrarecido por el mal dato de inflación y pugnas internas dentro del Gobierno, los USD financieros (MEP/CCL) comenzaron a moverse con fuerza en el inicio de semana. Aunque hasta ahora no son precios de pánico al MECON le va a costar calmar la suba con las pocas herramientas con las que cuenta. Después del informe favorable con salvedades que emitió la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA en relación al canje de bonos en usd que posee el ANSES, con lo cual esperamos presión sobre las paridades de los bonos en dólares.
El MECON en busca del rolleo y algo más…
En este contexto, esta semana está venciendo la letra que ajusta por CER (LECER X21A3) y el MECON licita instrumento para lograr renovar y obtener un financiamiento adicional para no tener que recurrir al financiamiento del BCRA. Las alternativas en su mayoría son instrumentos indexados que ajustan por inflación o por el tipo de cambio y en cuanto al plazo de vencimiento todo se concentra a menos de 5 meses de plazo. El escenario para la colocación no es el ideal, ya que la proximidad con el cronograma electoral de peso (PASO y Generales), el mal dato de inflación, la aceleración de los USD paralelos, la dudas en torno al éxito del Programa de Incentivo Exportador los inversores sean muy cautos a la hora de licitar y/o exijan tasas que sean difíciles de convalidar para el MECON
Alternativas para armar el 2° trimestre
En este contexto y ya metidos en un año electoral, seguimos recomendando la compra de USD para perfiles conservadores, mientras que para perfiles moderados y agresivos seguimos volcándonos por una cartera diversificada entre CEDEARS, OBLIGACIONES NEGOCIABLES HARD DOLLAR y ACCIONES ARGENTINAS.
Por el momento preferimos mirar de afuera los instrumentos en pesos emitidos por el Gobierno Nacional con vencimiento posterior a mayo de 2023. A menos de 45 días preferimos LEDES y hasta 90 días LECERES. La estrategia de invertir en pesos (a tasa fija y CER) se puede canalizar a través de FCI ya que permite balancear riesgos y rendimientos a lo largo de la curva pero teniendo la alternativa de salir cualquier día.
Para inversores conservadores que cuenten con USD en el exterior o que puedan realizar operaciones de CCL, seguimos recomendando Treasuries a corto plazo (6 meses – 1 año) con retornos aproximados al 5% anual.