La inflación en la provincia de Mendoza registró una disminución significativa durante el mes de julio, alcanzando el 4%, según lo informado este miércoles por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) del Ministerio de Economía. Esta cifra representa una baja de 1,5 puntos porcentuales respecto al 5,5% registrado en junio, evidenciando un alivio en la presión inflacionaria local.
El dato provincial se encuentra en consonancia con el índice nacional, también del 4%, reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para el mismo período. Este paralelismo sugiere que tanto a nivel provincial como nacional, las políticas implementadas han comenzado a surtir efecto, estabilizando los precios tras meses de alta volatilidad.
En los primeros siete meses de 2024, la inflación ha golpeado con fuerza a los hogares mendocinos, especialmente en el rubro de Vivienda y Servicios Básicos. Este sector, que incluye tanto el alquiler de viviendas como las tarifas de servicios públicos, ha experimentado un aumento sin precedentes, alcanzando un 160% en lo que va del año, según datos recientes del Ministerio de Economía.
El incremento en Vivienda y Servicios Básicos ha superado con creces a otros rubros, convirtiéndose en el principal motor de la inflación provincial. Este alza refleja la creciente presión sobre los inquilinos y los usuarios de servicios esenciales, quienes enfrentan costos significativamente más altos en comparación con 2023.
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Siguiendo de cerca a Vivienda y Servicios Básicos, el rubro de Otros Bienes y Servicios ha registrado un aumento del 121,8%. Este grupo incluye productos como el combustible, que ha sufrido reajustes mensuales debido a los impuestos, exacerbando la carga inflacionaria sobre los consumidores.
Transporte y Comunicaciones es otro sector que ha superado el umbral de las tres cifras, impulsado por los incrementos en los boletos de transporte público y la desregulación de tarifas en servicios como telefonía celular, internet, y televisión por cable. Este rubro ha contribuido de manera significativa a la inflación general, afectando a un amplio espectro de la población.
Impacto en otros sectores
Por debajo de las tres cifras, los gastos médicos y el equipamiento para el hogar también han sido impactados por la inflación, aunque en menor medida. Los aumentos en estos sectores siguen siendo preocupantes, pero no han alcanzado los niveles alarmantes observados en los rubros más inflacionados.
Esparcimiento, en cambio, se presenta como el rubro con menor incremento en lo que va de 2024. Este dato sugiere que, aunque el ocio y el entretenimiento han aumentado de precio, lo han hecho a un ritmo más moderado en comparación con otros bienes y servicios esenciales.
Con el 2024 avanzando hacia su segundo semestre, las perspectivas inflacionarias continúan siendo un desafío para la economía mendocina. Los datos actuales indican que la contención de la inflación en sectores clave como Vivienda y Servicios Básicos será crucial para estabilizar la economía y proteger el poder adquisitivo de los mendocinos.
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Comparación Nacional y Provincial
La coincidencia del índice de inflación de Mendoza con el promedio nacional refuerza la idea de que los esfuerzos de estabilización económica están teniendo un alcance generalizado en el país. Si bien la situación económica continúa siendo desafiante, la convergencia de los índices es una señal de que las políticas implementadas por las autoridades tanto nacionales como provinciales están empezando a surtir efecto.
En este contexto, el informe de la DEIE cobra especial relevancia al ofrecer una visión local del fenómeno inflacionario, permitiendo a los mendocinos comparar su situación con el panorama nacional y evaluar el impacto de las medidas económicas en su vida cotidiana.
Con un acumulado anual que ya se sitúa en el 80%, el desafío para las autoridades provinciales y nacionales será mantener la tendencia a la baja y evitar nuevos repuntes inflacionarios. La moderación de julio, aunque positiva, debe ser parte de un esfuerzo sostenido para lograr una mayor estabilidad en los precios y proteger el poder adquisitivo de la población.