Por Sergio Levinsky desde Nueva Jersey
Chile fue un duro adversario, que complicó mucho la tenencia de pelota de los argentinos con un muy buen planteo que por momentos le permitió jugarle de igual a igual al campeón de América y del mundo, que sigue dejando aspectos de su rendimiento para la reflexión y acaso, para el cambio.
El regreso de Enzo Fernández, por Leandro Paredes, no generó demasiados cambios en la dinámica del equipo, con un Messi muy parado, y dos laterales que siguen ofreciendo flancos, sumados a un irregular Rodrigo de Paul en el medio.
Chile atacó poco, pero especialmente en el segundo tiempo dispuso de dos remates netos que tapó con solvencia “Dibu” Martínez.
Poco de la selección argentina en el primer tiempo. Chile consiguió jugarle de igual a igual con un buen planteo de Ricardo Gareca, aprovechando la lentitud pronunciada de los albicelestes en la salida, pero además, con varios jugadores en ataque, con Alexis Sánchez como enganche y con Vargas y Dávila en punta, aunque bien controlados por la zaga central.
Pese a todo, la selección argentina trató de meter presión a la última línea chilena, pero luego no aprovechaba las situaciones que se le presentaron por sendos errores rojos. Julián Álvarez tuvo una muy clara y Nicolás González otra, ambas desperdiciadas.
Fue extraño ver muy errático a Rodrigo de Paul en el mediocampo, acaso porque se nota la falta de fútbol de Enzo Fernández, luego de una larga ausencia por lesión, mientras que Alexis Mac Allister repitió el discreto partido jugado ante Canadá. Esa falencia sigue siendo clave en la generación de fútbol.
La mejor jugada argentina llegó, a falta de llegadas, un sorpresivo remate de media distancia de Lionel Messi, que rozó el palo izquierdo de Claudio Bravo. A continuación, Paulo Díaz estuvo a punto de marcar un gol en su propio arco, forzado por la presión del equipo argentino.
Pareció que el equipo argentino entró renovado al segundo tiempo, porque inmediatamente, a los 4 minutos, se produjo la mejor jugada del partido: Julián Álvarez rotó, por fin, con un buen pase en velocidad para Messi, que abrió a la derecha hacia Molina y éste sacó un remate fuerte que alcanzó a tapar bien Bravo. Enseguida, Mac Allister quedó a segundos de empujar la pelota a la red pero no llegó a conectar un gran tiro libre de Messi al corazón del área. A los 15 minutos, para acentuar el momento albiceleste, Nicolás González sacó un duro remate que alcanzó a sacar Bravo pero la pelota llegó a pegar en el poste.
El cambio de Giovani Lo Celso por Enzo Fernández, que era casi cantado por la lentitud del ex volante de River, tuvo resultados inmediatos, cuando el recién ingresado puso una muy buena pelota en profundidad a Messi, quien quedó mano a mano con Bravo, pero su ex compañero del Barcelona pudo complicarle el remate final.
Siempre queda un resquicio para el lucimiento de Emiliano Martínez, que en la mejor jugada de Chile en el partido alcanzó a rechazar con los pies un remate de Rodrigo Echeverría, acaso en la única llegada con peligro de La Roja. Apenas un minuto más tarde, “Dibu” volvió a sacarle un remate de gol a Bolados, que había ingresado como suplente.
Scaloni hizo entrar a los 28 minutos a Ángel Di María y a Lautaro Martínez, por Nicolás González y Julián Álvarez, en ambos casos, esperados, pero con cierta tardanza en la decisión, cuando el equipo argentino ya estaba muy quedado físicamente.
Por fin, a tres minutos del final, llegó el gol para Argentina a través de Lautaro Martínez, al recoger un rebote en la defensa chilena tras un córner de Messi desde la derecha. El “diez” había estado muy cerca de concretar un gol olímpico en el tiro de esquina anterior.
Chile se fue con todo a buscar el empate en los cinco minutos de descuento que otorgó el árbitro uruguayo Andrés Matonte, pero Lautaro Martínez perdió un gol imposible en la contra, cuando Di María se fue solo, y le cedió el pase para empujar la pelota a la red, pero intentó una sutileza y Bravo consiguió tapar el remate in extremis.
El equipo argentino terminó ganando angustiosamente un partido en el que volvió a dejar algunos aspectos para mejorar y en el que Chile se llevó demasiado poco pese al buen planteo de su entrenador, el argentino Ricardo Gareca.