El argentino Néstor Lorenzo se transformó en la noche de este jueves en el nuevo entrenador del seleccionado de Colombia en reemplazo de Reinaldo Rueda, quien se alejó del cargo después de no clasificar al equipo nacional al Mundial de Qatar, y así se convertirá en el séptimo compatriota los que dirigen a los 10 representativos sudamericanos.
Además de Lionel Scaloni con Argentina, los otros argentinos que están al frente de seleccionados sudamericanos son Gustavo Alfaro (Ecuador), Guillermo Barros Schelotto (Paraguay), Ricardo Gareca (Perú), Eduardo Berizzo (acaba de asumir en Chile) y José Pekerman (Venezuela).
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Justamente Pekerman dirigió a Colombia antes que Rueda y Lorenzo, de 56 años, fue su ayudante de campo, por lo que conoce en profundidad todos los entresijos del fútbol local y de los jugadores de este país desparramados por el mundo.
Su vínculo con Pekerman comenzó en la selección argentina, siendo el ayudante de la Sub-20 entre 2000 y 2002.
Posteriormente volvieron a trabajar juntos en la selección mayor argentina y participaron del Mundial de Alemania 2006.
Con Pekerman llegó Lorenzo a Colombia en 2012 y llevó al representativo nacional a dos Copas del Mundo sucesivas, las de Brasil 2014 y Rusia 2018.
Para tomar la selección colombiana Lorenzo debió al cargo de entrenador del club peruano Melgar, al que había llegado en 2021 en su primera experiencia como entrenador absoluto y acababa de clasificarlo por primera vez en su historia a los octavos de final de la Copa Sudamericana, dejando en el camino en su grupo, en el que pasaba de ronda solamente el primero, nada menos que a Racing Club.
"Bienvenido Néstor Lorenzo a nuestra selección. Desde la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) deseamos que juntos cosechemos muchos éxitos. Vamos Colombia", fue el tuit con el que fue recibido y confirmado el argentino surgido como futbolista en Argentinos Juniors que como seleccionado disputó el Mundial de Italia 1990.
Ahora Lorenzo tendrá la máxima responsabilidad de su carrera profesional, dando un salto de calidad que confirma una vez más que los entrenadores argentinos están entre los más cotizados del mundo y claramente son los más reputados de Sudamérica.