Lionel Messi fue desequilibrante y una pieza clave para el triunfo del París Saint-Germain (PSG) por 3-1 ante el Montpellier de visitante, que le permitió al conjunto de la capital afirmarse en la cima de la Ligue 1 luego de 21 fechas.
El rosarino fue protagonista de la jornada, marcando un verdadero golazo, además de otro que le anularon. Su soltura y claridad estuvieron a la orden para que su equipo volviera al triunfo luego de un empate (1-1) ante el Reims y la derrota ante el Rennes (1-0).
En el duelo de este miércoles el PSG fue superior y podría haber ganado por una diferencia mayor de no haber sido por los dos penales errados -en realidad, le hicieron repetir la ejecución por el adelantamiento del arquero- por Kylian Mbappé, quien se retiró lesionado a los 17 minutos del primer tiempo.
Tras esto, a los 34 minutos, Leo apareció con una exquisita definición en la que tocó la pelota con sutileza ante la salida del arquero. Sin embargo se lo anularon por posición adelantada.
Leo volvió a aparecer a los 61 minutos con una asistencia para Hugo Ekitike y la pelota dio en el palo. Dos minutos más tarde Messi remató, aunque Benjamin Lecomte le ahogó el grito. A los 72 clavó un puñal que liquidó el pleito. Fabián Ruiz lo vio adentro del área y metió un pase filtrado entre tres jugadores (un caño incluido) y, ante la salida del golero, Leo definió suave para poner el 2-0.
Sobre el final Arnaud Nordin (89 minutos) descontó para el Montpellier y ya en tiempo recuperado, el juvenil de 16 años, Warren Zaire-Emery, decoró el resultado luego de una corrida y definición cruzada.