La aventura de Leo Messi comenzó oficialmente en tierras estadounidenses. El capitán de la "albiceleste" ingresó en el segundo tiempo y demostró el compromiso que tiene con el club y con el resto de sus compañeros.
Cuando el partido iba empatado e Inter no daba certezas en plano ofensivo, de las gradas del estadio comenzó a bajar el famoso y ya conocido "Messi, Messi", a la espera de lo que haría el "Tata" Martino.
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En el minuto seis del complemento, Leo se sacó la pechera, se colocó la número "10" y saltó a la cancha. Tuvo sus oportunidades ni bien ingresó y la conexión con Sergio Busquets fue la atracción de la noche.
Pero el gol llegaría en el último suspiro cuando ya todos apostaban a la tanda de penales, falta cerca de la medialuna del área de Cruz Azul y gol de Lionel Messi para que los hinchas de Inter Miami enloquecieran.
Tras el festejo con sus compañeros, fue rápidamente a un costado de la cancha donde se encontraba toda su familia, sus tres hijos, su papá, su mamá y sus hermanos. Allí se fundió en un abrazo con sus hijos y la sonrisa no se le borraba del rostro.
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