Diego Martínez presentó su renuncia al frente de Boca Juniors. La decisión no se tomó tras la derrota en el superclásico ni al finalizar su trayecto en la Copa Argentina, donde el equipo llegó a cuartos de final. Martínez eligió el momento que consideró más apropiado, consciente de que la situación no podía prolongarse más.
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Tras la salida del entrenador y de su cuerpo técnico, uno de sus principales colaboradores, Adrián González, analizó la temporada y su experiencia al mando del Xeneize en diálogo con el periodista Alexis Dassie. González, quien se encargaba de la defensa del equipo, compartió su perspectiva: “El balance para nosotros como cuerpo técnico fue muy positivo. Fue una gran experiencia en el club que me formó, donde llegué a los 12 años y crecí como persona y futbolista”.
El asistente destacó que en el primer semestre el equipo cumplió con las expectativas y mostró un buen nivel de juego, aunque se quedó sin premio en el partido ante Estudiantes. “Fue una derrota injusta que dejó una herida”, recordó González, refiriéndose a la semifinal de la Copa de la Liga que se disputó a fines de abril. A pesar de que Boca había deslumbrado en ese período y parecía haber encontrado su estilo, la caída ante el Pincha resultó ser un punto de quiebre.
A partir de esa derrota, el rendimiento del equipo se desmoronó. La eliminación en la Copa Sudamericana a manos de Cruzeiro intensificó la crisis y generó dudas sobre la continuidad del director técnico. “Competimos bien, pero quedamos afuera de manera injusta”, explicó González, refiriéndose a la serie contra el equipo de Belo Horizonte.
El asistente también se refirió a los intentos del cuerpo técnico por encontrar un nuevo funcionamiento para el equipo. “Estábamos en la búsqueda de una nueva propuesta, pero no logramos plasmar la idea como esperábamos. A pesar de todo, estoy satisfecho con esta experiencia, que fue única”, concluyó.
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