Mendoza es sinónimo de sol y vino extraordinario. También es la provincia que alberga esa maravilla llamada Aconcagua, la montaña de casi siete mil metros de altura que todos sueñan con escalar.
Y cuenta con paisajes bellísimos para visitar durante todo el año. Estos son algunos lugares para saber qué hacer en una escapada a la tierra del Malbec.
Trekking en el Aconcagua
Ubicado a 180 kilómetros de la ciudad, el Parque Provincial Aconcagua es una de las maravillas de Mendoza y una de sus áreas protegidas. El pico de 6.962 metros es el más alto de América y una obsesión para miles de montañistas, que llegan cada año al lugar.
De todas formas, no es necesario ser un gran deportista para disfrutar del aire libre y las caminatas. El parque ofrece desde suaves senderos de sólo dos horas de duración hasta otros que implican siete días de duro trekking.
En cualquier caso, los paisajes serán espectaculares, con ríos, miradores, valles y montañas nevadas.
Cañón del Atuel
San Rafael es la segunda ciudad de Mendoza. Además de ser un oasis rodeado de fincas y bodegas, suele servir como base en el recorrido por Cañón del Atuel, ubicado a sólo 40 kilómetros. Se trata de un estrecho cañón, donde desemboca el río Atuel.
La erosión fluvial y del viento producen asombrosas formaciones rocosas, como La Torta de Hojaldre, El Cinturón de San Martín, La Procesión y El Hongo.
El escenario cordillerano es conocido en todo el país por la práctica de deportes de aventura, como rafting, canotaje, kayak y windsurf.
Las Leñas
Esta ubicada en el departamento de Malargüe, entre paisajes cordilleranos, es el principal centro de esquí de la provincia y uno de los más importantes de América Latina.
Tiene 29 pistas de todos los niveles y una ski carpet para aquellos que están dando sus primeros pasos en el deporte.
Si bien su temporada alta es durante el invierno, en los meses de verano se organizan cabalgatas, circuitos de mountain bike y trekking. Algunas de las telesillas quedan habilitadas para paseos.
Puente del Inca
Está ubicado a 2.700 metros y cerca del paso a Chile (Ruta Nacional 7), sigue siendo uno de los emblemas de Mendoza. Es una formación rocosa, que era utilizada por los incas para cruzar al otro lado del río Las Cuevas.
Este lugar es una parada obligada para contemplar las caprichosas formas del puente natural de 48 metros de longitud y sus agujas de hielo en el invierno.