En un operativo de gran magnitud, la Justicia argentina lanzó una serie de allanamientos en centros médicos, escribanías y estudios jurídicos, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia y en Santa Fe, desmantelando una red dedicada a la intermediación ilegal de subrogación de vientres. Bajo la orden de la jueza federal María Eugenia Capuchetti y a solicitud de la fiscal federal Alejandra Mángano, se secuestraron documentos y actas notariales relacionadas con 49 casos sospechosos, revelando un oscuro negocio de tráfico de recién nacidos destinado a ciudadanos extranjeros.
El Caso que desencadenó la investigación
La operación judicial, que comenzó a desentramarse en enero de este año, tiene su origen en una denuncia realizada por la Cancillería argentina. Todo comenzó cuando una ciudadana alemana de 58 años llegó a un hospital en su país con un bebé de tres meses, de nacionalidad argentina, en grave estado de salud. La situación despertó sospechas internacionales, lo que derivó en una alerta que terminó en manos de la Justicia argentina.
Según fuentes del caso, los investigadores federales descubrieron la existencia de un esquema ilegal que explota a mujeres argentinas en situación de vulnerabilidad, mediante la subrogación de vientres, para luego vender los recién nacidos a parejas extranjeras que no podían concebir hijos. "Lo que se investiga es una empresa transnacional que, a través de métodos ilegales, somete a mujeres gestantes y comercializa los niños que nacen mediante ese proceso", explicaron las fuentes judiciales.
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El Lucrativo Negocio: El "Programa Argentina"
La red operaba bajo un "servicio" denominado "Programa Argentina", que ofrecía a parejas extranjeras la posibilidad de acceder a un hijo a cambio de 50.000 dólares. Este monto incluía la selección de la madre gestante, la adquisición de embriones, el tratamiento de fertilización, los controles médicos durante el embarazo y el posterior parto.
Las mujeres argentinas involucradas, todas en situaciones económicas críticas, eran captadas a través de redes sociales y tentadas con la promesa de recibir 10.000 dólares, más un plus de 2.000 si el parto se realizaba por cesárea. Sin embargo, la brutalidad del negocio quedaba al descubierto cuando, si el embarazo no llegaba a término, las empresas involucradas se negaban a realizar pagos adicionales, más allá de los mínimos gastos mensuales ya abonados.
El trato era aún más indignante: las gestantes debían realizar todos los intentos necesarios hasta que se lograra un embarazo exitoso, e incluso debían encargarse de la inscripción del recién nacido antes de entregarlo a sus compradores. Entre los involucrados en este entramado ilegal figuran agencias de selección de gestantes, clínicas de fertilidad y escribanías que certificaban consentimientos contractuales de dudosa legitimidad.
Turismo reproductivo y venta de personas
La fiscalía a cargo fue contundente: "La compra y venta de seres humanos constituye un delito gravísimo, prohibido expresamente por nuestra Constitución en su artículo 15". Y es que los documentos incautados reflejan un panorama de violaciones legales sistemáticas, con la participación de profesionales que lucraban con el sufrimiento de mujeres vulnerables y la desesperación de parejas extranjeras que buscaban ser padres a cualquier costo.
El caso que destapó la investigación no es el único. La Justicia argentina reveló que, de 147 legajos de gestación por sustitución registrados entre 2018 y abril de este año, al menos 49 presentan características similares: todos ellos involucraban a ciudadanos extranjeros y en ninguno participaron jueces civiles para autorizar el procedimiento o establecer la filiación, como lo requiere la ley. En su lugar, escribanos y notarios validaban supuestos consentimientos basados en declaraciones que, en muchos casos, resultaron ser falsas.
Futuro Judicial
A pesar de los importantes avances en la investigación, aún no se han realizado detenciones. No obstante, las autoridades argentinas aseguran que continuarán trabajando para desmantelar esta red de explotación y venta de personas, una de las más complejas y dolorosas de los últimos tiempos. La bebé encontrada en Alemania, que fue el catalizador de esta operación judicial, hoy se encuentra bajo la custodia de una familia sustituta, mientras su historia comienza a develar las profundidades de un negocio que pone precio a la vida humana.