“El Papa pasó una buena noche, durmió bien, se despertó de muy buen humor, le ha bajado la fiebre y respira bien”. El Papa Francisco, internado ayer en la Clínica Gemelli de Roma después de la audiencia general de los miércoles, se había levantado a la mañana con alguna dificultad para caminar y respirar.
Así y todo, para no defraudar a la multitud que lo esperaba en la Plaza de San Pedro, quiso ir primero allí. Después fue trasladado en ambulancia a la Clínica Gemelli, donde se sometió a una tomografía computada y a diversos análisis que arrojaron que tenía una infección pulmonar que está siendo tratada con antibióticos.
Mucho se dijo ayer sobre su estado de salud; sin embargo Francisco, para sus 86 años y la intensidad de su agenda de trabajo es saludable en general.
Siendo seminarista, tuvo una complicación pulmonar que derivó en la extirpación del lóbulo superior izquierdo del pulmón. Le traía algún cansancio en celebraciones muy largas y si tenía que hablar mucho, pero sin mayores complicaciones. Hace años también sufría del nervio ciático, lo que le provocaba dificultad para caminar y bastante dolor. En el 2021 fue sometido a una cirugía para tratar una estenosis diverticular sintomática del colon. Sin embargo, después de la cirugía, su equipo médico informó que se estaba recuperando bien.
Su agenda es agotadora, no solo por la cantidad de gente que recibe, sino porque también antes debe informarse de qué se trata, quienes son y qué hacen las personas que va a escuchar. Se levanta muy temprano, a las 4 AM En general come bien al mediodía y a la noche de manera muy frugal. Se acuesta temprano y duerme seis horas. Por la mañana reza, celebra la misa y comienza su agenda oficial. Por la tarde tiene su agenda propia que transcurre en Santa Marta.
Hay gran expectativa en la Santa Sede por su salud, ya que este Domingo próximo comienza la Semana Santa y tenía que presidir las celebraciones. El mundo entero reza por su recuperación. Ayer estaba conmovido por la catarata de mensajes y expresiones de afecto.