La Iglesia se mostró "profundamente conmovida" por la muerte de al menos 20 personas que consumieron cocaína adulterada y llamó a atender "el grave problema de las adicciones".
El encargado de referirse a la trágica situación registrada en el oeste del Conurbano bonaerense fue el propio presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el monseñor Oscar Ojea. "Estoy profundamente conmovido por la muerte de jóvenes y adultos por el consumo de droga adulterada", sostuvo el prelado.
A través de su cuenta de Twitter, el representante del purpurado señaló: "Rezamos a Dios por cada uno de ellos, especialmente por sus familias y por toda la comunidad que sufre. Rezamos también por quienes están internados en grave estado".
"Ver el modo como han fallecido estas personas nos cuestiona profundamente cómo se está viviendo el grave problema de las adicciones", concluyó el obispo de San Isidro.