Según informó la periodista Karina Iavícoli en Intrusos hay mucha preocupación por el estado de salud de Verónica Ojeda, expaciente de Aníbal Lotocki. Según se supo, la mediática sufre los mismos dolores que padecía Silvina Luna.
“Preocupante y grave es la situación de Verónica Ojeda, hoy se hará estudios en un centro especializado porque a partir de los granulomas que tiene por las operaciones que le habría hecho (Aníbal) Lotocki tiene muchísimas complicaciones de salud”, manifestó la panelista.
En ese mismo hilo, Iavícoli explicó cuáles son los padecimientos que atraviesa la mamá de Dieguito Fernando Maradona. “Tiene lo que ella describe fuego debajo de su cintura, ardor, dolores, no se puede sentar”, detalló. “Y esta data viene desde hace años”, advirtió la periodista.
Tras explicar que Ojeda, “en algún momento, lo ocultó por vergüenza”, la panelista indicó que ahora se tiene que “hacer estudios extremos para tratar de verificar y ver qué es lo que tiene, qué es lo que hay”. Dicho eso, aclaró que Verónica “sí tiene claro lo de los granulomas”.
Cerca del final, la panelista de Intrusos indicó que Ojeda se había contactado con Virginia Gallardo, otra de las expacientes de Lotocki, porque “todas las personas que pasaron por su quirófano sienten lo mismo: problemas debajo de su cintura, las piernas, los glúteos, las rodillas, las pantorrillas”.
Verónica Ojeda contó que tiene granulomas en el cuerpo
El relato de la madre de Dieguito Maradona fue claro y directo: ella aún mantiene secuelas y dolores a una década de pasar por las manos de Aníbal Lotocki quien es el principal señalado por mala praxis.
Todo sucedió luego del nacimiento de su hijo. Al subir más de 25 kilos, Verónica tomó la decisión de hacerse retoques estéticos, sabiendo que no era recomendable acudir a este tipo de intervenciones al poco tiempo de ser madre, pero Lotocki la operó a la brevedad.
En diálogo con “LAM”, Ojeda contó que se hizo una lipo general, aunque hubo otros retoques que Aníbal le realizó sin su consentimiento previo: “Él decidió colocarme relleno en las caderas y no se lo había pedido”.
Desde desangrarse hasta traslados a otras clínicas. La Odisea que vivió Ojeda la llevó a una doble transfusión de sangre en el Sanatorio Los Arcos, clínica donde se internó luego de pasar por las manos de Aníbal Lotocki.
Como mala experiencia, Verónica decidió no hacerse más retoques y, al día de hoy, tiene secuelas de lo que inicialmente fue una simple liposucción: “Tengo granulomas en las piernas y en varias partes del cuerpo”.