Este lunes en Polémica en el Bar ocurrió un tenso ida y vuelta entre Flavio Azzaro y Roberto García Moritán que siguió generando repercusiones, y por eso Pampita volvió a apuntar contra el panelista, del que cuestionó su educación y su estilo chicanero.
La conductora consideró que su marido “se merece” haber sido elegido como legislador porteño porque “trabajó mucho durante muchos años”. “Vamos viendo el día a día. Hoy le toca esto. Tiene muchas ganas, lo toma con mucho respeto y responsabilidad, y la familia lo apoya”, respondió sobre las aspiraciones electorales de Roberto.
Inmediatamente después, Pampita cuestionó el tono de las chicanas que Azzaro utilizó para incomodar a su esposo. “Ser mi marido no es un insulto así que en ese sentido Rober no se lo toma así. Si la idea era esa, la verdad es que no funciona como insulto porque para Rober es un orgullo. Está muy contento con la familia que formamos, yo lo amo con toda mi alma. ¿qué más puede pedir?”, se preguntó.
“Y poner un maxikiosco tampoco es un insulto, ¿no? Tener un laburo, poner un maxikiosco está muy bueno. De todas maneras, Rober hace más de 20 años que está en el rubro gastronómico, le ha dado empleo a miles de personas. Me parece que está bueno un empresario que genera empleo, ¿no?”, agregó Pampita.
“Siento falta de educación, falta de respeto por el invitado. Además Roberto fue con la mejor onda, no se esperaba nada de esto. Mis panelistas no maltratan a nadie. En mi living saben que se trata de otra manera al invitado, pero hay formatos que son distintos, que funcionan, que a la gente le gusta y yo no me puedo meter”, cerró la conductora sobre Polémica en el Bar.
Allí, Azzaro aclaró que no dijo lo del maxikiosco con mala intención, sino que lo que quería decir era que García Moritán se iba a tener que dedicar a otra cosa si se separaba de la modelo. “Mi mamá tuvo un maxikiosco durante 25 años”, se defendió.