El conflicto entre Luciana Salazar y Martín Redrado siempre suma algún detalle desconocido. Más allá de las cuestiones que se están dirimiendo en la Justicia, un elemento inesperado se suma a la escandalosa ruptura amorosa: la magia.
Invitada a La Peña de Morfi (Telefe), la modelo habló sobre el tema y aseguró que el entorno del economista intentó controlarla a través de distintos conjuros. “¿Te habían puesto el nombre en una cubetera, como a Walt Disney?”, le preguntó Jey Mammon, que evidentemente conocía el trasfondo de la historia.
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“Tengo entendido que no fue él, me dijeron otra cosa. Gente que está con él”, respondió ella, sin mencionar a su ex. Y agregó: “Yo esas cosas de hechizos no tengo ni idea porque nunca fui a una bruja ni nada, no creo mucho en esas cosas”.
Para ese momento de la charla, la madre de Matilda ya dejó atrás una de las premisas con las que había arrancado la charla: no hablar sobre el expresidente del Banco Central. Y, envalentonada, reveló otra práctica con la que habrían intentado someterla: “Había un hechizo de miel debajo de la cama. Es como un amarre me dijeron”.
Salazar contó que se enteró de estos hechizos a través de una empleada que trabajó tanto para ella como para él. “Me contó la anécdota de que había un hechizo abajo de su cama, que era con miel, con mi nombre también. Abajo de la cama estaba mi nombre en un tarro de miel y sin querer ella estaba limpiando y se le cayó el tarro y se le armó un lío porque había una alfombra y se armó todo un pegote”, indicó.
“¿Estaba tu nombre en medio de la miel?”, la interrumpió Mammon. “Sí”, respondió ella y dejó en claro que en ningún momento la incomodó enterarse de que estaban apelando a rituales en su contra.
El hechizo de miel, según algunos sitios especializados, tiene como finalidad que la persona cuyo nombre aparece en el papel se sienta atraída por el autor del “amarre”. Además, puede tener otra búsqueda: “endulzar” un vínculo para ponerle fin a enojos u hostilidades.