Tras el ingreso de los familiares el lunes, la casa de Gran Hermano quedó muy movilizada. La emoción de los participantes superó las expectativas y quedaron charlando casi hasta el amanecer. Y como si la ansiedad de los jugadores no fuera excesiva, Santiago del Moro les comentó que cada familiar entró a la casa con una caja de la cual muy pronto conocerían el contenido.
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Así fue que el martes, durante la gala, se supo qué era lo que había en cada una de ellas. Los familiares de los chicos habían recibido indicaciones para poner en ella, algunos recuerdos o elementos que fueran significativos para los participantes. Uno de los que mejor cumplió la consigna fue el padre de Nacho: “Es una foto de él cuando era pequeño junto a su mamá. Cada vez que venía a España a visitarme, era lo primero que metía en la valija", detalló mientras su hijo lloraba a mares.
Nacho sumó: "Yo no me traje ninguna foto porque pensé que iba a ser difícil si las veía pero a medida que pasaba el tiempo me di cuenta de lo mucho que me hacían falta". Pero eso no fue todo porque su papá tenía más cosas: "Es algo representativo para nosotros: una mariposa para que la tenga en su cuarto, es de nuestra casa y siempre estuvo en nuestras Navidades". También aportó más fotos de Nacho con su mamá y su abuela y unas golosinas.
En el caso de Julieta, su hermana fue muy sincera: "Ella esperaba a Lucca, su novio, así que traje un osito con su perfume, un collage de fotos y una remera suya con un montón de golosinas y maquillajes".
Otra que apostó a las fotos fue la hermana de Camila quien además sumó un peluche gigante y un rosario. El sobrino de Romina le dio fotos de sus hijas y varias golosinas mientras que la mamá de La Tora descolocó a todos al darle a su hija una muñeca y un autito, sus chiches favoritos cuando era una nena y varias fotos con sus amigas.
En el caso de la hermana de Marcos, le entregó una foto de toda la familia unida y una pulsera de 'protección'.
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