Nos tenemos que remontar a los Estados Unidos de hace dos siglos para encontrar la primera máquina tragamonedas de la historia, con un sistema mecánico que apenas daba premios en metálico a sus jugadores. Este tipo de tragaperras, que se activaba mediante un brazo ubicado en la parte lateral, rápidamente fue expandiéndose por distintos países hasta llegar a Argentina, donde se instaló en los diferentes casinos de las principales ciudades y fue evolucionando en cuanto a temática y funcionamiento con el paso del tiempo.
En las últimas dos décadas, una vez consolidados internet y los dispositivos inteligentes como principal canal de consumo, este entretenimiento ha cambiado de forma radical a lo que venía siendo en tiempos anteriores.
El estilo con el que se presenta ha sufrido evidentes modificaciones, así como la mecánica de juego o la experiencia que propone al usuario. En este artículo, repasaremos aquellos aspectos más relevantes sobre cómo arrancó este pasatiempo en nuestra sociedad y en lo que ha convertido en la actualidad.
Mecánicas de juego
La creación de las victorias es una de las principales variaciones que se pueden observar a simple vista. Las conocidas como líneas de pago, las maneras en que se dan las combinaciones ganadoras, antes eran mínimas, habiendo incluso casos con una sola. En el campo virtual, es difícil encontrar números tan bajos y se ofrecen muchas más posibilidades de recompensa; incluso se aplican otras formas de ganar como es el método clúster, que premia la agrupación de símbolos idénticos y no su alineación horizontal.
Poniendo el foco en el premio final que conseguir por parte del jugador, las tragamonedas online que están presentes en la actualidad cuentan con recompensas mayores a las del pasado. Por lo general, se combinan los títulos de bote fijo con los progresivos, bautizados otramente como jackpots, que hacen que la cantidad a embolsarse vaya aumentando a medida que los usuarios van realizando apuestas. Los sistemas están conectados a través de la red y una pequeña parte de la cantidad jugada se dirige el montante final.
Al mismo tiempo, y siempre vinculado con los premios, están las funciones adicionales, que a través de internet han proliferado hasta límites difíciles de imaginar. Lo más habitual es que las slots contemplen los giros gratuitos como una de sus principales bonificaciones, pero que no se olviden tampoco de retornos en efectivo o de multiplicadores de apuesta. Y es que hay tantas opciones de romper con el juego base como quieran diseñar los desarrolladores, incluso saliendo de los rodillos y llevando la acción a otras dimensiones.
Mayor capacidad de elección
Una diferencia significativa e indudable es que en los tiempos actuales hay mucho más donde elegir, pues uno no se limita a las máquinas contadas del casino físico de confianza. Hay centenares de propuestas esparcidas en la red, de varias temáticas y ambientaciones. Con la conectividad, ahora más accesible que nunca en la provincia, y la consolidación de diferentes dispositivos inteligentes, como la computadora o el celular; los contenidos tienen la capacidad de aptarse y ser consumidos en las diferentes medidas de la pantalla.
Dentro de la plataforma, uno puede seleccionar cuál de los sistemas de pago se adecúa mejor a sus necesidades y es que el efectivo del pasado ha dejado paso a métodos de pago móviles, entre otros. Y si ponemos el foco dentro de la propia tragamonedas, cada vez son más los momentos de interacción que se llegan a dar. A la necesaria e imprescindible gestión de las apuestas, se suma la elección en algunos casos de modificar las líneas de pago, aumentar la velocidad de la partida o hasta incluso automatizar el proceso de lanzamiento.