Durante las jornadas de despedida al papa Francisco en la basílica de San Pedro, algunas imágenes que circulan en redes sociales generaron controversia. A pesar de la solemnidad del momento, varios fieles rompieron el protocolo para tomarse selfies con el féretro del Pontífice de fondo.
La discusión se instaló rápidamente: ¿es una simple manera de conservar un recuerdo o un gesto fuera de lugar? Aunque las selfies suelen capturar momentos importantes, muchos usuarios expresaron su rechazo al ver fotos de personas posando sonrientes con el cuerpo del Papa detrás.
El hecho ocurre mientras se desarrolla la capilla ardiente en San Pedro, donde miles de personas pasan para darle el último adiós. El traslado del cuerpo a la basílica de Santa María la Mayor está previsto para este sábado, donde descansarán sus restos por decisión personal. Desde el domingo, la tumba podrá ser visitada por el público.
Sin embargo, la viralización de estas imágenes no pasó desapercibida. Una usuaria subió una foto en la que se la ve con otro joven posando con el féretro de fondo. En otros casos, se difundieron videos donde los guardias alertan a quienes intentan sacar fotos, aunque algunos igual logran hacerlo.
Este comportamiento también fue cuestionado en medios televisivos. Una periodista afirmó que el Vaticano está tomando medidas para frenar estas acciones. Según contó, los guardias indican a los visitantes que no está permitido fotografiarse frente al ataúd abierto, sino únicamente desde la entrada del templo.
La cronista británica Ellie Costello, enviada por el medio GB News, opinó que este fenómeno “es una muestra de la sociedad dominada por las redes sociales en la que vivimos”. Ese mismo argumento fue repetido por varios usuarios en redes.
Por su parte, la periodista española Ana Rosa Quintana, que cubre el funeral para Telecinco, señaló: “Vemos más teléfonos que cabezas”, en referencia al comportamiento de muchos de los asistentes que priorizan capturar el momento antes que vivirlo con respeto.