La Mesa Nacional del Transporte ratificó el paro de 24 horas para el 30 de octubre, una medida que promete frenar el país en rechazo a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. En una reunión clave, la presencia de Hugo Moyano, líder histórico de los camioneros, le dio un peso simbólico a la convocatoria, mientras que la ausencia de la UTA, puede generar que la convocatoria carezca de una pata importante.
La incorporación de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) añadió un nuevo capítulo a la medida. Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, anunció un paro escalonado de 36 horas que comenzará el 29 de octubre a las 12 del mediodía. Desde ese momento, el sindicato estatal realizará una movilización al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, con la intención de sumar presión antes de unirse al paro del transporte al día siguiente.
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Moyano se pone al frente
En la sede de Camioneros, la figura de Hugo Moyano resurgió como uno de los líderes indiscutibles del movimiento. Su participación había sido delegada previamente a su hijo Pablo, lo que generó rumores de un posible desacuerdo en torno a la convocatoria. Sin embargo, con su presencia, Moyano dejó claro su apoyo a la protesta, enviando un mensaje rotundo a quienes intentan minimizar el impacto de la huelga.
El paro, que incluye a gremios del transporte terrestre, aéreo y marítimo, tiene como principales demandas el rechazo al ajuste económico del gobierno, el incremento de tarifas tras la eliminación de subsidios y la oposición a la posible privatización de Aerolíneas Argentinas. También denunciaron el aumento de la pobreza y los ataques al sistema jubilatorio, áreas que consideran severamente afectadas por las políticas de Milei.
La ausencia de la UTA
El gran ausente en este encuentro fue la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El sindicato que representa a los choferes de colectivos se ha distanciado de la medida de fuerza, ya que se encuentra en tratativas salariales dentro del período de conciliación obligatoria. Aunque la UTA no asistió ni al plenario anterior ni a esta última reunión, los demás miembros de la Mesa Nacional del Transporte no se mostraron preocupados. "La UTA se bajó y no la contamos para nada", dijo uno de los líderes gremiales.
En contraste, la presencia de ATE y UTEP consolidó el frente de lucha. Alejandro Gramajo, líder de la UTEP, expresó que los movimientos sociales no podían quedarse al margen del paro, acusando al gobierno de golpear a los sectores más vulnerables. “Tenemos el compromiso de seguir construyendo medidas que frenen a este gobierno de derecha que solo aumenta la miseria", afirmó.
Un frente de resistencia sindical
Al término del encuentro, Rodolfo Aguiar fue tajante: “Es tiempo de frenar las políticas de entrega del gobierno. Milei es un instrumento del poder económico y está siendo utilizado para vaciar el país”. Según Aguiar, el paro del 30 de octubre es solo el inicio de una resistencia sindical más amplia. Con el apoyo de gremios clave como los pilotos, ferroviarios y portuarios, la huelga promete tener mayor impacto.
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