Los principales referentes de la central obrera reunidos en la mesa chica de la CGT decidieron pedir una audiencia al secretario de Trabajo, Julio Cordero, para planear sus reclamos, aunque Pablo Moyano advirtió que no concurrirá al encuentro. Además, convocó para el 25 de este mes al Consejo Directivo de la central obrera para debatir la reanudación del plan de lucha contra el Gobierno, mientras decidió no presentarse ante la Justicia para impugnar el capítulo laboral de la Ley Bases y la restitución del Impuesto a las Ganancias, aunque apoyará y asistirá todos los reclamos que impulse cada sindicato a nivel individual.
Así se decidió en la sede de UPCN donde también analizaron la crisis financiera de las obras sociales: hubo duras críticas al Gobierno y mucha preocupación por las últimas medidas adoptadas por Superintendencia de Servicios de Salud que, según se advirtió, provocarán “la baja de los subsidios SUMA y SUMARTE y el Fondo Solidario de Redistribución no tendrá dinero para los reintegros de alta complejidad”.
Fue luego de varios días de especulaciones sobre la posición que adoptaría la central obrera, si la que proponía el sector dialoguista o, la más fuerte que enarbolaba el sector más duro. Se impuso la primera del sector que es mayoritario e integran “los Gordos” y los independientes, y que fue el que negoció el recorte de 42 artículos de la reforma laboral en la Ley Bases y busca una instancia de diálogo con el Gobierno para atenuar el ajuste y la reforma del Estado.
Finalmente, los dirigentes criticaron a la prensa al negar que existan divisiones en la central obrera y señalar que solo son especulaciones periodísticas.
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