Luego de la repentina salida de Diana Mondino de la Cancillería Argentina, antes de asumir en su lugar Gerardo Werthein, quien se desempeñó como embajador en los Estados Unidos, le pidió al presidente Javier Milei la renuncia de todos los secretarios y subsecretarios que acompañaron la ex canciller.
Según medios nacionales, el nuevo canciller tiene una misión específica y es reducir los gastos diplomáticos. En este sentido, el plan de Werthein es avanzar con el cierre de todas aquellas embajadas y consulados ubicados en los países con los que el Estado no tenga un fuerte vínculo comercial. Será una de las medidas inaugurales de su gestión al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
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Además, Werthein le pidió la renuncia a Eduardo Bustamante, el vicecanciller que Mondino nombró hacen menos dos semanas en reemplazo Leopoldo Sahores.
Cabe aclarar, que Milei decidió echar a Mondino tras votar a favor de levantar el embargo contra Cuba en Naciones Unidas.
El Gobierno sobre la polémica salida de Mondino
El Gobierno habló sobre la salida de Diana Mondino y remarcó que la ahora ex canciller "mantuvo el voto histórico de la Argentina sobre el embargo a Cuba sin consultar" a Presidencia, lo cual consideraron que fue "un error" que le costó el cargo.
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Al respecto, admitió que fuera del Ministerio de Relaciones Exteriores nadie en Presidencia sabía que se venía esta votación de la ONU y que Mondino no consultó previamente la postura a tomar ni al Presidente ni a la Jefatura de Gabinete.
La misma fuente desechó de plano las versiones de que Mondino votó de esa forma a propósito para acelerar su desvinculación de la gestión de Javier Milei: "Nada que ver, Diana quería seguir siendo canciller", sostuvo.
Consultado sobre si la postura de Mondino se justificaba con el hecho de que si la gestión libertaria está a favor del libre mercado y comercio, en consecuencia debería estar en contra del embargo a Cuba, el dirigente respondió que "no todo es blanco o negro", dando a entender que el Gobierno, ante esa disyuntiva, privilegia más su rechazo a las dictaduras y su alineamiento internacional con los Estados Unidos e Israel.