En la presentación del pronóstico de caudales de los ríos de Mendoza, que tuvo lugar este martes, Sergio Marinelli, el superintendente del Departamento General de Irrigación, anunció que la temporada 2023-2024 experimentará un aumento en el suministro de agua, gracias a las intensas nevadas de este invierno. Sin embargo, en un tono de precaución hacia el futuro, advirtió que "los próximos años no serán tan favorables".
Rubén Villodas, director de Gestión Hídrica, también compartió que se prevé una temporada "húmeda o normal" para todos los ríos de la provincia. Esto se debe a las nevadas y la influencia del fenómeno de El Niño, factores que auguran un año prometedor.
Marinelli subrayó que, aunque se espera un año positivo en términos de abastecimiento de agua, hay indicios de variabilidad climática en el horizonte, y los años venideros podrían no ser tan favorables. Durante la presentación, Marinelli compartió el escenario con el meteorólogo de Contingencias, Carlos Bustos, así como con los científicos del Conicet Maximiliano Viale, Juan Rivera y Ezequiel Toum, y el ingeniero Rubén Villodas de Irrigación.
En vista de los desafíos que se vislumbran para los años futuros en cuanto al caudal de agua, Marinelli resaltó la necesidad de implementar el plan hídrico en desarrollo en Mendoza, con el objetivo de completarlo para fines de 2024. Este plan tiene como finalidad brindar certidumbre a los usuarios del agua, basándose en la comprensión de las condiciones climáticas presentes y futuras.
El funcionario enfatizó: "Si actualmente operamos con una eficiencia del 50%, esto significa que tenemos margen para enfrentar los desafíos de los próximos años, siempre y cuando sigamos el plan que todos debemos cumplir".
Nieve y El niño auguran un año prometedor
Por su parte Carlos Bustos, el meteorólogo de la Dirección de Contingencias Climáticas, explicó que Mendoza ha experimentado tres años bajo la influencia de La Niña, con eventos climáticos extremos como heladas en octubre y noviembre, severas granizadas en San Martín y exceso de lluvia en marzo.
Ahora, la región se encuentra bajo la influencia de El Niño, lo que se espera que incremente las precipitaciones por encima de lo normal. Según Bustos, este fenómeno podría extenderse durante la primavera y el verano, y las probabilidades de entrar en una fase neutral aumentan en otoño e invierno. La presencia de El Niño significa que se esperan precipitaciones superiores a lo habitual en primavera y comienzo del verano, mientras que las temperaturas deberían mantenerse dentro de rangos normales.