El ministro de Economía, Martín Guzmán, anticipó que uno de los objetivos de política económica será tender a una reducción del déficit fiscal, en el marco de la negociación de la deuda con el FMI, “sobre la base de la recuperación económica, que genere más empleo y recaudación”, y agregó que es “este es el camino virtuoso”. Analistas económicos consultados por Ámbito aseguraron que además se necesitarán también medidas relacionadas a un aumento de los ingresos o a una baja del gasto público, o a una “combinación de ambas”.
Para Alejandro Vanoli, expresidente del Banco Central (2014-2015), es posible tender a una baja del déficit fiscal a través del crecimiento de la actividad. “Tiene que ser un ritmo de al menos 4%”, aseguró en diálogo con Ámbito. Consultado acerca de si se puede llegar a ese 4%, aseguró que “es una meta posible”, debido al arrastre estadístico de 2021, los altos precios internacionales de commodities, y con salarios que le puedan ganar a la inflación.
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De todas formas, Vanoli aseguró que para “defender el crecimiento” no se deberían recortar las partidas sociales ni las de infraestructura y obra pública. Por ese motivo, más allá del crecimiento para bajar el déficit, el extitular de Anses destacó que “van a hacer falta cuestiones adicionales, como aumentar ingresos tributarios”.
En ese sentido, recordó que en 2021 los impuestos a los sectores con mayor capacidad contributiva fueron de un punto del PBI. “Hay varias ideas relacionadas a hacer una reforma tributaria que no significan solamente volver a hacer un aporte extraordinario a las grandes fortunas”, aclaró.
Consultado acerca de qué reforma impositiva podría hacerse, Vanoli mencionó que deberían discutirse las exenciones. “Siempre hablamos de los subsidios, pero las exenciones impositivas, en el Poder Judicial, o en los regímenes promocionales, significan 2 puntos del PBI”, mencionó. Además, agregó que deberían hacerse “más progresivos” los impuestos actuales, como el Impuesto a las Ganancias, que “enseguida llegas al 35%”, y agregó que deberían discutirse otros gravámenes, como el impuesto a la herencia. “Nada genera más desigualdad que arrancar a partir de un patrimonio”.
Para Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), también se necesitará más que una mejora de la actividad. “Crecimiento tiene que haber, pero vas a requerir cuestiones del lado de los ingresos, o del lado del gasto, o ambas combinados”, afirmó. Del lado de los ingresos, el doctor en economía planteó que el problema es que en 2021 ya se recuperó la recaudación de 2019, año sin pandemia, debido a que la recaudación trepó el 73,6%.
“Este 2022 puede haber una mejora en impuestos relacionados a la seguridad social por el empleo, pero menor crecimiento por derechos de exportación. Entonces ahí la pregunta es cuánto más vas a recaudar, y si en cambio van a modificar algún impuesto o se bajará la evasión impositiva”, se preguntó Argañaraz en diálogo con Ámbito.
Del lado de la baja del gasto, el economista señaló que el nivel de gasto es “inferior al de 2017” en términos reales. La comparación surge del último informe del IARAF, que compara con 2017, el último año con el mayor gasto. “En 2021 tuviste una caída del nivel de gasto, pero además, cambió la participación: hoy es más importante el gasto en subsidios y bajó el peso relativo en las jubilaciones”. Por eso, el analista aseguró que deberá definirse no solo el nivel de gasto sino la estructura del mismo. Lo que se observa en el informe, es que jubilaciones cayó 16,6% en términos reales y subsidios creció 56,6%.
Ante la difícil situación social, Argañaraz opinó: “No se ve sencillo reducir los principales gastos del Estado, como las jubilaciones o salarios públicos, y en cuanto a los subsidios, si las tarifas suben menos que la inflación, el gasto real va a seguir siendo mayor”, aseguró. Según el proyecto ley de presupuesto que finalmente no fue aprobado, una parte de la reducción del déficit fiscal la explicaba una baja en los subsidios energéticos, a usuarios y empresas. Los subsidios cerrarán en 2021 en más de u$s10 mil millones, según Julián Rojo, economista especializado en energía.
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Según un cálculo realizado por el Instituto IAE General Mosconi, las tarifas deberían subir al menos 60% para que los subsidios no sigan creciendo. En principio, los aumentos serán del 20%, y habrá una segmentación y mayores aumentos a 500 mil usuarios del área metropolitana.
“Hay jurisprudencia del fallo judicial Cepis de 2016 que establece que no podés hacer aumentos excesivas. 500 mil usuarios no pueden compensar a 11 millones de hogares”, opinó Rojo. En la presentación con gobernadores, el presidente, Alberto Fernández, anticipó que las subas serán menores al aumento de los salarios.