Dos denuncias presentadas por el abogado Pablo Llonto y el fiscal Felix Crous ante la Justicia han abierto una investigación sobre la visita a represores realizada por diputadas libertarias y funcionarios penitenciarios en la Unidad Penitenciaria. Los denunciantes acusan que se violaron normas del Servicio Penitenciario Federal y se ocultó información a las visitantes, lo que pone en riesgo a los visitantes y facilita posibles fugas de los reos.
Según las denuncias, el legislador Beltrán Benedit y otros funcionarios penitenciarios organizaron la visita a represores sin informar a las diputadas Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci del motivo de la visita. Luego, ambas aseguraron haber sido "engañadas" y no saber que iban a visitar a represores.
Los denunciantes sostienen que esta visita puede ser solo una de varias más con posibles irregularidades. En su escrito, Llonto destaca que la visita se realizó sin cumplir con los requisitos exigidos para ingresar a la Unidad Penitenciaria, lo que implica la responsabilidad de funcionarios penitenciarios. Además, pide una investigación urgente para determinar si se cometieron delitos penales.
La denuncia fue remitida al Juzgado Federal N° 2 de Lomas de Zamora, a cargo del juez Ernesto Kreplak, quien debe investigar los hechos y determinar si se cometen delitos penales.
Para Crous, es importante desentrañar los motivos y fines del encuentro con los condenados por crímenes graves y averiguar si existen otros casos similares. Las denuncias abren un proceso que puede tener consecuencias importantes para los responsables y para el Servicio Penitenciario Federal.
La investigación
La investigación se centrará en determinar si se violaron normas del Servicio Penitenciario Federal y si se ocultó información a las visitantes. También se buscará determinar si se cometieron delitos penales y quiénes están involucrados.
La visión de los denunciantes
Para Llonto, la visita es un ejemplo de la falta de seriedad en el cumplimiento de normas por parte del personal jerárquico del Servicio Penitenciario Federal. "Esto no solo es un delito de falsedad ideológica, sino que también pone en riesgo a los visitantes y facilita posibles fugas de los reos", dijo.
Para Crous, es importante investigar ampliamente para determinar si existen otros casos similares. "Es necesario desentrañar los motivos y fines del encuentro con los condenados por crímenes graves", dijo.