El Tribunal Oral Federal N°2 condenó a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a 6 años de prisión tras encontrarla culpable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública. La justicia la encontró culpable del delito de defraudación al Estado por favorecer al empresario patagónico Lázaro Báez en la adjudicación de obras públicas para Santa Cruz. En cambio no fue encontrada culpable por el delito de asociación ilícita, la otra figura por la que había sido acusada. Se trata de la primera vicepresidenta en ser condenada por corrupción mientras ejerce su cargo.
La fiscalía había pedido una pena de 12 años de prisión.
El tribunal, integrado por los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Andrés Basso y Jorge Gorini, encontró culpable a la expresidenta y tiene 40 días hábiles para dar a conocer los fundamentos de la sentencia.
El juicio comenzó en mayo de 2019 y celebró casi un millar de horas de audiencias, que tuvieron su etapa más resonante con los alegatos de la fiscalía y las defensas.
Durante la sustanciación del debate se produjeron dos situaciones que modificaron el escenario inicial: con el cambio de gobierno, la Oficina Anticorrupción dejó de ser querellante y en la etapa de alegatos, la Unidad de Información Financiera desistió de pedir pena para los imputados.
Así, sólo los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola mantuvieron en pie la acusación, y pidieron penas que van de los dos a los 12 años de prisión, en este último caso para Cristina Kirchner y el empresario Lázaro Báez, quien también fue condenado a la pena de 6 años de prisión por "administración fraudulenta".
Las querellas, especialmente la de la vicepresidenta y la del ex ministro Julio De Vido, recusaron al fiscal y al juez, pero los planteos fueron desestimados.
Cristina Kirchner declaró en dos oportunidades en el juicio: al principio, en indagatoria y sin responder preguntas, y durante el alegato de su defensa, a cargo de los abogados Alberto Beraldi y Ary Llernovoy.
Previo a esa última exposición había pedido ampliar su indagatoria, pero el tribunal no se lo permitió porque ya estaba en marcha la etapa de alegatos.
Entonces la vicepresidenta optó por formular en una transmisión en vivo de Youtube ese descargo que tenía previsto en el juicio.
El veredicto es apelable en al menos una instancia, la Cámara Federal de Casación Penal, y eventualmente también ante la Corte Suprema por vía de un “recurso extraordinario” o, en su defecto, un “recurso de queja”.
La Vicepresidenta fue declarada culpable, pero no habrá consecuencias jurídicas inmediatas para la exmandataria, dado que cuenta con fueros por su cargo público y segundo porque para que el fallo sea de cumplimiento efectivo debe quedar firme la condena.
En total, sumaron 13 los acusados por dos delitos: asociación ilícita y administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública por un monto superior a los 5.321 millones de pesos.
En el caso de Baez, se lo consideró "participe necesario" del delito de administración fraudulenta.
El ex secretario de Obra Pública José López, también fue condenado a 6 años de prisión e inhabilitado para ejercer cargos públicos. Por su parte, Julio de Vido fue absuleto del delito de "asociación ilicita".
La lectura del veredicto, que se realizó por videoconferencia para todas las partes y con la presencia en el tribunal de los tres jueces, fue realizada por el magistrado Jorge Gorini.
Te puede interesar
Quiénes son los jueces de la causa
Comparten que son de la misma generación y que hicieron carrera judicial. Gorini tiene 55 años y Giménez Uriburu y Basso 51. Los tres comenzaron de jóvenes en tribunales pero en distintos ámbitos hasta que confluyeron en Comodoro Py. Los tres tienen en común que sus decretos de designación como jueces de tribunales orales federales lo firmó Cristina Kirchner.
Gorini comenzó en 1988 como meritorio en un juzgado de instrucción nacional. Hizo toda la carrera en ese fuero hasta llegar a secretario. En 2003 fue designado defensor oficial y dos años después juez de instrucción. Poco después llegó a Comodoro Py. Fue juez subrogante del Tribunal Oral Federal 4 hasta que en 2011 fue designado titular en el Tribunal Oral Federal. Juró el mismo día que Giménez Uriburu.
Giménez Uriburu se inició en tribunales en 1989 como meritorio también en un juzgado de instrucción. En 1994 pasó al Tribunal Oral Federal 2 donde hizo toda su carrera. Fue secretario y en 2001 designado juez. En el medio tuvo un breve paso por un juzgado federal de primera instancia. De los tres es el que más conoce Comodoro Py.
Basso se inició en 1993 también en el cargo más bajo. Lo hizo en la justicia federal pero de la provincia de Buenos Aires. Comenzó en el juzgado federal 1 de La Pata, luego pasó a un juzgado de Lomas de Zamora donde hizo la mayor parte de su carrera y llegó a ser secretario. En 2015 fue nombrado juez federal en Comodoro Py. Pero en el Tribunal Oral Federal 3. Basso integra el juicio de la obra pública porque el tercer integrante del Tribunal 2, Jorge Tassara, falleció en marzo de 2019. Por sorteo para integrar la causa con Gorini y Giménez Uriburu salió sorteado Basso.
Te puede interesar