Para Martín Llaryora la elección en Córdoba se terminó. Aunque faltan cargar votos, la tendencia es definitiva y existe un 3% de diferencia, que son cerca de 58.000 votos de diferencia. Más allá de que hay un fuerte malestar con la Justicia Electoral por la demora en la carga de datos.
En la mañana de este lunes (pasadas las 6:20), el escrutinio provisorio en la provincia de Córdoba llegó al final a un 94,90% de las mesas escrutadas, lo que dejó a Martín Llaryora (Hacemos Unidos por Córdoba) delante de Luis Juez (Juntos por el Cambio) por 3 puntos porcentuales; lo que equivale a unos 56.600 votos.
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En Juntos por el Cambio aseguran que “aún faltan cargar 462 meses en lugares con resultados dispares” y que el resultado puede variar.
En el peronismo creen que la elección llegó a su fin y que el saludo de la oposición llegará cuando se carguen más mesas y la distancia de votos confirme el jaque mate en la elección provincial.
“Cada mesa que se vaya cargando, cada mesa que va a confirmar que la diferencia se extiende”, indicaron en el entorno del mandatario, quien aseguró que “se le quiere bajar el precio” a la victoria que logró.
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Llaryora quedó en una posición incómoda porque asumió que ganó pero, al mismo, tiempo no pudo festejar el triunfo y cerrar el ciclo del proceso electoral.
Además anoche aseguró que a partir de ahora “la cuenta se pone en cero” y consideró que “por eso hay que reconocer a los que forjaron este gen cordobés”. Hizo alusión a la creación del “partido cordobés”, un esquema político que tiene al Partido Justicialista como columna vertebral pero que incluye a sectores del PRO y la UCR, además de otros partidos más pequeños.