En un clima de tensión e incertidumbre por el anuncio de privatización de Aerolíneas Argentinas, las autoridades de la empresa y los principales gremios aeronáuticos mantuvieron una reunión clave para definir el futuro de la compañía y de sus trabajadores. En el encuentro, representantes de sindicatos como la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) plantearon sus inquietudes ante las posibles consecuencias de una privatización en las condiciones laborales y en el servicio aéreo nacional.
El resultado fue visto como positivo por los representantes sindicales. Según un vocero de APLA, el Gobierno mostró apertura a las solicitudes del sector, dejando entrever una disposición al diálogo: "El Gobierno recibió de buena manera nuestras solicitudes", afirmó, destacando que uno de los puntos cruciales fue la necesidad de salvaguardar la estabilidad laboral de los empleados en el marco de una eventual transición.
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Durante la reunión, los gremios también expresaron su preocupación por la continuidad de rutas aéreas estratégicas para la conectividad de las provincias y las políticas de tarifas accesibles para los usuarios.
Fuentes cercanas al encuentro señalaron que entre los planteos sindicales se incluyó la creación de una mesa de seguimiento permanente, con el fin de monitorear cualquier cambio estructural y sus efectos sobre los empleados y el servicio. “Nuestra prioridad es que cualquier medida que se tome tenga en cuenta a los trabajadores y al impacto que puede tener sobre los pasajeros”, explicó otro de los representantes sindicales presentes.
En los próximos días, ambas partes acordaron continuar el diálogo en una segunda instancia de reuniones, con el objetivo de evaluar propuestas concretas y llegar a acuerdos en cuanto a condiciones de empleo y la estructura de la compañía. La situación genera una gran expectativa en el ámbito laboral y entre los usuarios, mientras el Gobierno evalúa cómo avanzar en un proceso de privatización que despierta tanto interés como controversia.