Si contáramos con una sección de noticias insólitas, ahí iría a parar esta, muy bizarra y que roza lo ridículo. Cuando hablamos y contamos casos de delincuencia y delitos, se presume que los autores, en su mayoría, tienen cierto conocimiento del objeto a sustraer. Existen robos al "boleo", los cuales tienen cierta dinámica de sorpresa, para el delincuente y la víctima. Pero este caso ya no sabemos como calificarlo. El mediodía de este martes en el marco de un nuevo hecho de inseguridad, se produjo el robo de una bicicleta.
Hasta ahí, se lo puede catalogar como un robo común. Pero empieza a tornarse diferente cuando hablamos de las características del elemento en cuestión. Bicicleta todo terreno, blanca y ahora viene el detalle que no es menor. El rodado estaba sin atar, objetivo sencillo para robar, pero que tiene un distintivo difícil de evitar. Las dos líneas celestes que la identifican como un rodado policial y para colmo de males...tiene la inscripción, Policía de Mendoza.
Quien se atrevería a sustraer un elemento identificado y seguramente custodiado por alguien?. Pues un delincuente aprovechó esta situación "regalada" para sustraerle la bicicleta oficial a un miembro de la Policía de Mendoza. Sin poder llegar muy lejos, fue detenido minutos después cuando la dejó abandonada en una estación de servicio.
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Los hechos
La información policial sostiene que el hecho ocurrió en la esquina de Garibaldi y Rioja, cuando un efectivo policial dejó parada la bicicleta que le suministra el Ministerio de Seguridad para realizar un procedimiento. Esa situación fue aprovechada por un ladrón que se subió al rodado y se lo llevó del lugar. Esas bicicletas, además de su valor, cuentan con un sistema biométrico muy costoso. El ladrón fue trasladado a la comisaría 3ra
El delincuente llegó hasta la estación de servicio ubicada a pocas cuadras, en la esquina de Amigorena y San Martín. En ese lugar dejó la bicicleta estacionada en un lugar donde justamente algunos policías de civil suelen realizar la misma acción. Sin embargo, cuando los playeros le preguntaron sus datos les resultó sospechosa la situación y llamaron al 911.
De esta forma, comunicaron la situación a las autoridades policiales, y el hombre terminó siendo capturado en calle Catamarca minutos después. No fue difícil identificarlo ya que quedó grabado por las cámaras de seguridad del estacionamiento.