El asesinato de un niño de 10 años en Guaymallén la noche del domingo ha generado una gran preocupación entre los vecinos y autoridades.
Benjamín Rivas fue baleado, y se investiga a un joven vinculado a una familia de narcotraficantes como el principal sospechoso, en lo que se cree fue un acto de venganza por una supuesta denuncia de su familia sobre actividades de venta de drogas.
El crimen de Benjamín desató una ola de violencia en la zona de Corralitos. Aproximadamente a las 23 horas, un automóvil gris, ocupado por al menos tres individuos, pasó frente a la vivienda del niño, ubicada en el loteo Jofré, y abrió fuego. Benjamín, que jugaba en la calle, recibió un disparo en el pecho y fue trasladado de urgencia primero al microhospital de Puente de Hierro y luego al hospital Notti, donde se confirmó su muerte.
Los testigos del ataque identificaron rápidamente a un sospechoso, Nahuel Agustín Pérez, de 27 años, quien fue detenido en pocas horas. Este joven pertenece a una familia con antecedentes en el narcotráfico. Tras el asesinato, miembros del entorno de Benjamín se dirigieron al barrio San Vicente, donde reside la familia Pérez, y realizaron disparos contra varias viviendas.
Fuentes del Ministerio de Seguridad y Justicia indicaron que el ataque contra Benjamín está relacionado con la detención de Marcos Gabriel Pérez, un miembro de la familia, en una causa por narcotráfico, lo que generó la creencia en su entorno de que la familia del menor había realizado la denuncia.
“Diecisiete muertes tiene ese hijo de p…”: la furia de la abuela del nene asesinado
Marcos Pérez y su hermano, detenido por el crimen, tienen antecedentes. El hermano ha sido sancionado desde 2020 por violar la Ley de Estupefacientes, y una hermana del clan familiar, junto a su padre, fue condenada por formar parte de una banda de venta de drogas con conexiones en Chile, según fuentes judiciales.
En declaraciones a Radio Nihuil, la abuela de Benjamín expresó su dolor y denunciaba la violencia de la familia Pérez, afirmando que habían asesinado a más de 18 personas y pidiendo que "dejen de matar a gente". Además, insistió en que "esto no va a quedar impune".
La fiscal Claudia Ríos está recopilando pruebas para imputar a Nahuel Pérez por el asesinato del niño. Los testimonios son cruciales, ya que fueron quienes lo identificaron tras el ataque. También se trabaja en identificar a los cómplices que viajaban en el vehículo desde el cual se disparó la bala fatal que acabó con la vida de Benjamín Rivas.