El domingo 24 de julio tres reclusos se escaparon del ex Cose. El hecho se dio cerca de las 17 horas mientras fingían jugar un partido de fútbol. Y, aunque los operarios a cargo del lugar intentaron detenerlos, estos no tuvieron éxito y los jóvenes se dieron a la fuga saltando una medianera.
Desde la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil (DRPJ) advirtieron que los fugitivos son "peligrosos". Resulta que uno de los tres prófugos, Nicolás Adrian Hernández, en mayo del 2021 y con sólo 16 años de edad fue autor de un asesinato.
Uno de los fugados del ex Cose había anunciado días antes su escape: "Ya fuera de las rejas voy a estar de nuevo", expresó en un posteo que hizo en Facebook el 7 de julio, 18 días antes de la fuga. Entre las publicaciones de su perfil se destaca un comentario en el que interactúa sobre su condena por robo y asesinato.
"Salí del juicio condenado y culpable de robo y esa muerte que lograron demostrarme. Me privaron a once años de mi libertad pero siempre le voy a sonreír a la vida", escribió en la red social.
El perfil de los prófugos:
- Marcos Hernández tiene 18 años recién cumplidos y domicilio en el B° San Martín de Las Heras. Se encuentra privado de su libertad cumpliendo una condena de 11 años por un asesinato. Según indica la ley provincial, cualquier persona menor de edad que haya cometido un delito debe permanecer hasta los 23 años de edad en la DRPJ y luego sí puede ser trasladado a otra dependencia.
- En tanto, el segundo es menor de 17 y es investigado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa. También consta con dirección en el B° San Martín de Las Heras.
- Mientras, el tercero también tiene 17 años y -el 26 de octubre cumple los 18- es investigado por robo agravado. Tiene residencia en el Sargento Cabral y en calle Coronel Ramírez de la Cuarta Sección.
Por los antecedentes que tienen los jóvenes, desde el DRPJ alertaron en decir que son "peligrosos" por lo que se solicita la colaboración de la División Búsqueda de Personas de Investigaciones para dar con los prófugos.
La causa de Nicolás Hernández y su detención
El año pasado, el acusado quedó privado de su libertad a raíz de un homicidio que él mismo perpetuó. Por ese entonces, Hernández tenía un grupo de amigos que estaba conformado por Martín Saravia y dos mujeres, una de nombre María Fernanda y la otra, Sofía Camila Ibarra. Las dos jóvenes habían prestado con anterioridad trabajo sexual en el edificio ubicado en calle Patricias Mendocinas 743, a metros de la esquina con Colon, ya que en ese lugar funcionaba un prostíbulo.
Las jóvenes, al tener conocimiento del lugar y el funcionamiento que tenía, aprovecharon la situación para hacerse de “informantes” y aportaron datos certeros a lo que más tarde se convirtió en un asalto, pero terminó con un homicidio.
El 31 de mayo del 202, cerca de las 15 horas, cuatro masculinos irrumpieron en la dirección de Patricias Mendocinas al 743. En ese sitio, los malvivientes llegaron en dos vehículo blindados junto a María Fernanda y Sofia Ibarra, dispuestos a todo, de tal manera que se introdujeron sin dar muchas vueltas a la vivienda de Figueroa -en ese lugar junto al proxeneta estaban tres trabajadoras sexuales, las cuales también fueron reducidas-.
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Una vez dentro de ese domicilio, los delincuentes exigieron dinero y sin embargo, el pedido fue negado,dado que la gente de Figueroa no había recaudado dinero por el contexto de cuarentena estricta de la Covid-19. Esta situación agravó el momento y las cosas se tornaron aún más violentas, por lo que los malvivientes comenzaron a sustraer objetos personales.
Cuando los autores del hecho se dieron a la fuga, Marcos Figueroa salió a su persecución y logró interceptar a Hernández en el pasillo del complejo. En ese mismo lugar se produjo un fuerte forcejeo en el que el muchacho sacó un arma de calibre 22 del interior de su muda de la pierna derecha y le dio un tiro en la frente. Por esto, Figueroa ingresó con muerte cerebral al Hospital Central y horas después falleció.
Una cámara en el complejo fue clave para esclarecer el homicidio. De esa manera, los detectives del caso lograron identificarlo como autor del disparo a Figueroa. No obstante, el autor del crimen se entregó a la Justicia en septiembre de ese mismo año y fue imputado.
Tras el tiempo transcurrido, la Justicia de Menores le trasladó la responsabilidad al DRPJ y posterior a esto un tribunal le impuso una pena 11 años de encierro a Marcos Figueroa -un oportunista proxeneta que utilizaba a personas para actividades sexuales- por el trato que tenían.