Tras apretada votación el Consejo de la Magistratura renovó la única autoridad que restaba al vencerse los mandatos. El de titular del organismo es un cargo clave en ese organismo porque define en la evaluación de aspirantes a cargos judiciales, llega a ocupar la vacante que deja José Valerio.
En la elección se marcó la denominada grieta judicial entre las alas filo radical y filo peronista que pretendían negociar cierto grado de participación en algunas decisiones jugando con el rol que se le asignaría al ministro suplente cargo este que de llegar a un acuerdo ocuparía Omar Palermo. Finalmente, con los votos de su sector, cuatro, le alcanzó para jurar como nueva presidente del Consejo de la Magistratura ya que el resto se abstuvo.
Faltan algunos trámites como la firma de la acordada respectiva que espera para eso la designación del vicepresidente o ministro suplente.