Las asesorías de salud integral en las escuelas secundarias (ASIES) se crearon en 2015. Fue el Ministerio de Salud de la Nación quien las puso en marcha en todo el país. El objetivo era poder dar respuesta a las consultas que los adolescentes no se animaban a realizar. Las escuelas eran el espacio para ir a buscarlos y garantizarles el acceso a sus derechos.
Desde hace tres años, la propuesta forma parte del Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia, más conocido por su sigla ENIA, que funciona en 36 departamentos de 12 provincias. En Mendoza se comenzó a implementarlas desde 2017, cuando se firmó el convenio con la Dirección General de Escuelas que propicia y avala su funcionamiento en todo el territorio provincial.
En la actualidad, la provincia cuenta con 42 asesorías en los departamentos de Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Junín, Rivadavia, Las Heras, Lavalle, Luján, San Rafael, Malargüe y General Alvear.
Ángeles Castro, psicóloga comunitaria y asesora de cuatro escuelas en la Ciudad de Mendoza, comenzó la tarea durante pandemia. “Es una experiencia necesaria, ya que los adolescentes han consultado masivamente. En las dos primeras semanas de trabajo realizamos 60 asesorías y 3 talleres”, explicó.
“Les adolescentes se prenden a la propuesta dando cuenta de la necesidad que tienen de contar con info y alguien que los escuche y asesore en sus dudas”, agregó Castro. La psicóloga trabaja en equipo con las agentes sanitarias Gabriela Olmos y Agustina Andrés.
“En un comienzo realizamos un buzón donde colocaban las preguntas curso por curso y luego se realizaban los talleres donde hablábamos de los métodos anticonceptivos disponibles y su funcionamiento”, detalló la agente sanitaria del departamento de Junín, Natalia Lescano.
La importancia de las asesorías
Las asesorías o consejerías son espacios dentro de las escuelas secundarias pensados para que los estudiantes puedan consultar sobre cualquier malestar físico o emocional que sientan o plantear las preguntas que tengan respecto de su salud integral. Con profesionales preparados para orientarlos y -en caso de ser necesario- derivarlos a algún especialista que los y las escuche y les brinde información y atención.
En estos espacios se aborda la salud de manera amplia e integral, no solo desde la dolencia física o la angustia sino también con el fin de garantizar el aprovechamiento y disfrute pleno del momento vital que son las adolescencias. También, todo lo que representa compartir la escolaridad secundaria. Por lo tanto, los asesores son profesionales de la salud de todas las disciplinas con capacitación para ofrecer una escucha y un acompañamiento interdisciplinario.
El impacto de estos espacios en la vida de chicos y chicas es contundente desde 2017 hasta la fecha. Lo acompañan acciones preventivas y promocionales desarrolladas desde el Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva y la efectiva implementación de la (ESI). Así, el embarazo adolescente se redujo a razón de dos puntos por año y 50% la tasa de fecundidad adolescente, que pasó de 52,6 por mil a 25,7 por cada mil adolescentes en 2020. En números absolutos, de 3.995 adolescentes que fueron madres en 2016, a 1.906 en 2020.