Novak Djokovic firmó una jornada para la historia en el Open de Australia tras imponerse de manera contundente sobre el francés Adrian Mannarino en los octavos de final. El serbio cerró el encuentro con un marcador implacable de doble 6-0 y un 6-3. Con este resultado, cerca estuvo de batir un nuevo hito que data de 1966. Nole pudo recordar lo que significa terminar un partido con un triple rosco (6-0, 6-0 y 6-0), pero el galo consiguió maquillar dicho resultado en el último set, evitando entrar en una lista poco honrosa del torneo australiano.
Cierto es que esta victoria, más allá de concederle a Djokovic el pase a los cuartos del primer Grand Slam del año, supone colocarse en lo más alto de uno de los registros del tenis mundial. El serbio iguala la marca de 58 cuartos de final de torneos ‘grandes’ alcanzados por el suizo Roger Federer, el tenista que hasta ahora poseía en solitario este impresionante registro. La hazaña sitúa a ambos jugadores como líderes de presencias en esta ronda en la Era Open, seguidos por Rafa Nadal, quien ha alcanzado los cuartos de final en 47 ocasiones, Jimmy Connors con 41 y Andre Agassi con 36.
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Sin derrotas en el Open de Australia desde 2018
El número uno del tenis mundial continúa marcando un hito tras otro en su carrera a sus 37 años. Desde su descalificación en 2020 en el US Open en los octavos de final contra Pablo Carreño, tras un pelotazo a una jueza de línea, el balcánico ha conseguido mantener invicto en esta ronda de los Grand Slams.
Si bien esta racha se empodera cuando se trata de suelo australiano, uno de los destinos favoritos de Djokovic. En el Open de Australia se siente especialmente cómodo, pues no ha experimentado ninguna derrota desde el año 2018, cuando el surcoreano Hyeon Chung le superó en una sorpresiva cuarta ronda. De hecho, no había perdido en pista australiana hasta que hace unas semanas quedó eliminado en los cuartos de la United Cup ante el local Alex de Miñaur por 6-4, 6-4.
Sin opciones en los dos primeros sets
La calidad de Djokovic ha quedado retratada una vez más en su enfrentamiento contra Mannarino. No solo por todos los registros y logros expuestos previamente, sino que, además, se ha convertido en el primer tenista en no ceder en un solo juego en los dos primeros parciales de un partido de Grand Slam ante un tenista dentro del Top-20. Esta victoria aplastante fue la que lo dejó cerca de rememorar el hito que se consiguió en 1966 de terminar un partido del torneo australiano con triple 6-0.
Con su solidez en el juego, Novak Djokovic se consolida como un claro competidor y rival en el Open de Australia que ya espera presenciar los cuartos de final, y quién sabe si rememorar lo conseguido el año pasado al levantar el título australiano, que supondría el undécimo en su trayectoria; además de defender el liderato del ranking ATP.