Por Martín Fernández
Marcelo Daud llevó a la Provincia a lo más alto del pádel a nivel global. En el Mundial que se disputó en Las Vegas recientemente, se coronó subcampeón vistiendo los colores de Argentina junto a Néstor Ciuffo.
El mendocino contó a Diario Jornada cómo fue su experiencia y afirmó: “Ser convocado para la selección nacional y llegar hasta la final fue inolvidable. Es una experiencia que me marcó a fuego”.
“En otras oportunidades no pude asistir pero gracias a los sponsors se me dio. Entrené como nunca y llegamos a ser subcampeones del mundo. Teniendo en cuenta que tenemos más actividades, como la familia y el trabajo, el balance es más que positivo”, afirmó Daud.
El mendocino lamentablemente cayó ante España en la final: “Es una potencia y están un escalón por encima”, aseguró y reafirmó que de todos modos “acarició” el cielo con las manos.
Entre el petróleo y la raqueta
Marcelo Daud no puede dedicarle su vida enteramente al deporte y como muchos atletas amateurs reparte sus horas entre su trabajo y su pasión. En este caso como Inspector de Contratos en la empresa petrolera AESA.
“El trabajo en el petróleo es difícil, de muchas horas, y el pádel es mi pasión. Es un combo perfecto que sostiene mí familia, sin el apoyo de ellos no podría haber ido al Mundial”, manifestó.
Como si fuera poco, a su rutina de entrenamiento, también le agrega clases como profesor en el Club Amuppetrol de Maipú: “Salgo del trabajo y voy a dar clase. Vuelvo tarde a casa, me hago elástico”.
Importante respaldo gremial
Para concretar su sueño mundialista, el padelista recibió el apoyo del Sindicato de Jerárquicos del Petróleo y Gas Privado de Cuyo y La Rioja, gremio al que se encuentra afiliado.
“Lamentablemente la APA (Asociación de Paddle Argentino) pasaba un momento malo y no podía hacerse cargo de todo. En ese momento, Julián (Matamala, secretario general del gremio) me dijo que podía contar con ellos y me ayudó con los pasajes para poder ir a competir a EEUU”, comentó.
Y concluyó: “Estoy totalmente agradecido a él y por eso cuando llegué, lo fui a visitar y le obsequié la camiseta y raqueta con la que competí”.