Solo entre el 20% y el 25% de las mujeres llega al orgasmo exclusivamente a través de la penetración vaginal, un dato que debería hacer pensar (tanto a hombres como a mujeres) en otras formas de excitación y estimulación, sobre todo, a los hombres. Esta forma de relaciones sexuales sigue siendo la más habitual y tal vez la más placentera para los hombres pero ¿qué ocurre con las mujeres? ¿esta es la mejor forma de estimular a la mujer? Según los sexólogos, la respuesta a esta pregunta es “rotundamente no”.
De hecho, la mujer tiene muchas zonas erógenas que, estimulándolas, pueden asociarse con orgasmos. La buena noticia es que no hay que irse muy lejos para lograrlo. No hace falta buscar y estimular el punto G para lograrlo ya que hay vías más sencillas y que apenas se estimulan durante las relaciones sexuales como el clítoris.
El pene y el clítoris crecen a partir del mismo tejido. De forma similar a tocar la punta del pene, estimular el clítoris es muy placentero para las mujeres durante el sexo o mientras se masturban.
Otro hecho sorprendente pero poco conocido es que ¡sí que tienes una erección del clítoris cuando estás excitada! Mientras que el pene se endurece externamente durante una erección, la erección del clítoris en las mujeres ocurre en gran parte de forma interna, lo que causa hinchazón y presión en la vulva.
Erección femenina
Para entender completamente qué hace un clítoris y cómo cambia durante la excitación sexual, es importante saber cómo está compuesto y dónde está ubicado. El clítoris es un órgano sexual complejo que crece a partir del mismo tejido que el pene.
El clítoris está compuesto de tejido eréctil, lo que significa que algunas de sus partes pueden hincharse, retener sangre y endurecerse cuando estás excitada. Solo una cuarta parte del clítoris es visible en el exterior, mientras que el resto está oculto bajo la piel. Lo que la mayoría de personas conocen como el clítoris realmente es el glande o la parte visible del mismo. Estos son algunos signos de una erección en mujeres:
El glande: esta es la pequeña punta del clítoris que se encuentra sobre la uretra y es la única parte que se puede ver externamente. Esta pequeña protuberancia tiene más de 8000 terminaciones nerviosas, por lo que es el órgano más sensible del cuerpo de la mujer. Muchas mujeres se masturban tocando el glande o la piel circundante porque les produce placer.
Capuchón del clítoris: los dos pliegues de piel de los labios menores se unen y forman un pequeño capuchón directamente sobre el glande y esto se conoce como capuchón del clítoris. Este envuelve y protege al glande, que es muy sensible.
Cuerpo cavernoso: estos son dos tejidos eréctiles esponjosos que están conectados y van a cada lado del glande. Cuando te excitas sexualmente, estos tejidos se llenan de sangre.
Crura: los tejidos de los cuerpos cavernosos se extienden en dos largos cruras (o brazos). Estos brazos están a cada lado de la vagina.
Bulbos vestibulares: debajo de cada lado de los brazos hay dos órganos esponjosos parecidos a unos bulbos conocidos como bulbos vestibulares o bulbos clitorianos. Cuando estás excitada, estos bulbos se llenan de sangre y causan una erección del clítoris. Esta hinchazón empuja la vulva hacia afuera. Los espasmos musculares de un orgasmo extraen la sangre de los bulbos y la erección desaparece.
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Signos de erección femenina
La sangre que se queda atrapada en los tejidos de los cuerpos cavernosos y bulbos clitorianos se hinchan y presionan los órganos circundantes.
Esta presión empuja la vulva hacia afuera y hace que los labios genitales luzcan más grandes e hinchados.
El glande puede verse hinchado y parecer más grande de lo habitual.
El capuchón del clítoris puede retraerse.
Los labios genitales pueden enrojecerse debido a los órganos circundantes que se llenan de sangre.
La vagina puede humedecerse y lubricarse más.
Priapismo
Algunas mujeres pueden presentar una alteración en la que tienen una erección poco común y dolorosa del clítoris, conocida como priapismo clitoriano. Esto sucede cuando el clítoris tiene una erección y está lleno de sangre durante demasiado tiempo. Esto hace que los labios y el glande del clítoris estén extremadamente sensibles, doloridos e hinchados. Puede causar incomodidad y es posible que no quieras tener sexo por esta razón. Si presentas hinchazón, labios vaginales sensibles y dolor en el clítoris durante horas y horas en más de una ocasión, asegúrate de buscar atención médica, explica la doctora-(Kate Shkodzik: Ginecóloga-obstetra).